(basado en una leyenda maya)
Cuentan que, hace mucho tiempo, en el norte vivió un inmenso bronto llamado Boros, mucho más colosal si cabe que sus congéneres. Su fuerza era tan descomunal que todos los demás gigantes de los alrededores lo temían. Él, por su parte, cometía continuas tropelías contra sus parientes, así como contra cualquiera que se cruzase en su camino. Boros tenía atemorizados a todos cuantos se negaban a entregarle cualquier capricho que este tuviera a bien arrebatarles por la fuerza. A quienes trataban de resistirse por la fuerza los perseguía, acosaba y maltrataba. Incluso llegó a matar solo por el placer que sentía al mantener a todos sometidos y aterrorizados. Sigue leyendo