A finales de 1935, con el partido nazi en el poder, detectaron el problema del descenso de la natalidad entre los alemanes (solo entre los que ellos consideraban como tales, claro) y en diciembre de ese mismo año crearon las Lebensborn. Estas podrían considerarse como clínicas de natalidad donde se ayudaba a las jóvenes alemanas a tener a sus hijos (no solo en el tema médico, sino también con ayudas sociales, con alojamiento, etc.). Sin embargo, el proyecto estaba incluido en las SS (dirigido por Max Sollman) y aquello le daba un aire un poco más siniestro. Las Lebensborn estaban destinadas única y exclusivamente a las madres racial y hereditariamente valiosas. Es decir, madres que pudieran tener hijos de pura raza. Sí, ahora sabemos que lo de la raza aria era un mito propagandístico, pero en los años 30 se lo tomaron demasiado en serio.
Sede de la organización Mutter und Kind (Madre e Hijo) Sigue leyendo