Los bioconectores son los cables con los que un no aioll puede conectarse a la biotecnología que cada vez es más y más habitual en la Unión Pangaláctica. Son una suerte de cableado con una serie de características específicas:
Sólo se conectan a tecnología orgánica. Por ejemplo, los lanzavispas (15863 ) puede beneficiarse de estos bioconectores «enlazando» con ellos de una manera más íntima.
Se conectan en unos puertos concretos. El individuo se ha de conectar el otro extremo a través de algún orificio corporal (orejas, boca, nariz). Eso le permite afianzar sus zarcillos y conectar de manera íntima con la estructura de ADN para mejorar la respuesta en el uso del material. Debido a que esta forma de conectar se considera entre horripilante o repugnante, la versión 2.0 se conecta directamente a la piel del individuo con un sistema similar al de una lamprea. Sigue sin gustar, pero es una mejora. Sigue leyendo