En algunas tribus mendwan, sobre todo si son numerosas, los chamanes elaboran a lo largo de varias estaciones lo que se conoce como el menhir del puño, un instrumento que sirve para medir y controlar el tiempo. Si bien algunos prefieren utilizar alguna formación rocosa de la zona, también se puede erigir la piedra en el lugar adecuado. Levantar el menhir es una actividad comunal y localizarlo, tallarlo y transportarlo puede requerir varias jornadas de duro trabajo. Se prefieren las piedras delgadas que no presenten incisiones o grietas que puedan debilitarlas en el futuro. El granito es el más deseado para esto, pero no es el único utilizado.
Alrededor del menhir erigido, se disponen piedras planas (en el lado contrario al sol) que suele preparar el propio chaman, aunque no es el encargado ni de tallarlas ni de colocarlas, solo las elige y dispone sobre la zona. Sigue leyendo