Los cuernos de los animales bovinos, además de para otros usos, se utilizan también para crear instrumentos musicales como los cornoroco. El nombre deriva de la palabra cuerno y el ruido que hacen al tocarlos «roc, roc». Para fabricar un cornoroco se buscan los cuernos de los animales viejos y, como estos suelen tener carne dura y no se cazan, los artistas siguen a las manadas a la espera que los animales más viejos mueran o sean alcanzados por algún animal. Cuando este termina el festín, recogen los cuernos. Se pueden usar cuernos de animales jóvenes, pero cuanto más viejo sea el animal, más anillos de crecimiento tendrá en la base del cuerno y más largo será el ruido que hace.
Tras recogerlo, el artista limpiar el interior del cuerno y luego deja que se seque colgándolo de algún lugar fuera del alcance de los insectos rastreros (el interior de una cabaña o colgado de la rama de un árbol. Tras varios días, el instrumento está listo para usarlo. Sigue leyendo