Pangea – Runas del Sabio (Noticias)

Tres años de la segunda palma de la primera columna de la estela del gato de agua

Runas del sabio

Como saben los cuervos de Taga…

Problemas en el rio Púrpura

Están llegando noticias de ataques de upambas por todo el río Púrpura. Aunque estas moles salvajes suelen ser solitarias y no meterse en problemas, parece que están más inquietos de lo habitual. A pesar de las advertencias, una peculiar pareja formada por un tikki y un mendwan se han encontrado viajando hacia uno de los grakines de la gran Pradera. Está cercana la cacería sagrada que reúne a gentes de todo Narava y muchos viajeros deciden viajar a la zona para conseguir trabajo y recursos.

En pleno viaje se han unido a una partida de cazadores de una tribu asentada en la orilla del río, a un par de jornadas de allí. Esa noche deciden pasarla en compañía de los cazadores, pero en plena noche el ataque de un par de upambas tronca todos sus planes.

Varias personas han muerto, y Liriv, el tikki, ha quedado gravemente herido. Mako, líder de los cazadores, les ha propuesto a Liriv y, a su compañero mendwan Asom, llevarles a su campamento donde el tikki podrá ser atendido por la curandera y chaman de su pueblo. Asom ha aceptado y reza a los espíritus por que no sea demasiado tarde. Sigue leyendo

Pangea – El culto del uro

El culto del uro

Entre los ogros, existe un grupo de caníbales que se hace llamar el Culto del uro. Se trata de ogros que reverencian a los uros, unos inmensos bóvidos que llegan a alcanzar los dos metros a la altura de la cruz. Los ogros los consideran un símbolo de honestidad, nobleza, bravura, fuerza y ferocidad. Afirman que los ogros se han apartado de los valores tradicionales de su raza, confraternizando con seres inferiores (es decir, todas las demás razas). Para ellos, muchas tribus han diluido su esencia tanto que incluso hacen tratos con razas enemigas, como los mendwan, los dwaldur o los tikkis. Creen que si sus antepasados, los ogros que lucharon en las guerras Raciales, pudieran ver ahora cómo ha degenerado su linaje, ocultarían su rostro por vergüenza.

Los miembros del culto son fácilmente distinguibles por los enormes cráneos de uro que lucen sobre la cabeza. Son capaces de entrar en un estado de furia incontrolable, que les otorga una fuerza y una resistencia descomunales. Por desgracia, en este estado a veces no son capaces de distinguir a amigos de enemigos, y en ocasiones han llegado a atacar a sus propios camaradas. A veces su estado de alteración es tal que incluso comienzan a devorar vivos a los caídos en plena batalla. Sigue leyendo

Pangea – ¡Defensa!

Resumen

El grupo de personajes jugadores acuden a la llamada de auxilio de una pequeña tribu que está siendo acosada por una partida de bandidos desde hace varias jornadas.

Antecedentes

La tribu de la liebre blanca se asienta al este de Aguaclara, en un pequeño valle por el que transcurre uno de los numerosos afluentes del río Púrpura. Este entorno les proporciona todo lo necesario para llevar una vida plácida: pesca, caza, pastos para el ganado, etc.

Son un grupo de humanos de carácter sedentario con una división clara de las tareas de trabajo: los hombres se dedican a la ganadería y la caza, las mujeres a la recolecta de frutos y cereales. Las tareas de artesanía se realizan indistintamente entre unos y otros. Los más hábiles toman aprendices para asegurar el paso de conocimientos a la generación venidera.

En la actualidad son unas treinta familias con una media de tres hijos.

Hace unas jornadas (un par de manos) un grupo de bandidos se han asentado en los alrededores y han empezado a robar cabezas de ganado y a asaltar a los miembros de la tribu. Hace dos días, forzaron físicamente a una de las muchachas del pueblo mientras recogía bayas en la arboleda aledaña a la aldea. Sigue leyendo

Pangea – Reglas opcionales para armas

En Pangea la ausencia de metal ha creado una armamentística basada en el hueso, los tendones y fibras vegetales, la madera, el cuero, la piedra, el asta, la obsidiana y el sílex. Si bien algo de cobre y bronce se utilizan de forma más o menos habitual, el hierro es un conocimiento prohibido excepto para los Dwaldur; y el arco lo mismo para los Dwandir.

Este artículo pretende, con un pequeño grupo de reglas, dar más realismo al armamento del juego, como su mantenimiento y peculiaridades según su material.


Hueso

Junto a la madera y la piedra, es uno de los materiales más accesibles. Es duro y ligero pero muy quebradizo, especialmente en piezas finas. Por si solo no es muy habitual como arma, salvo las porras hechas con los huesos de un animal lo bastante grande, que por otra parte sí son muy resistentes.

La artesanía del hueso está extendida a todas las razas y culturas, y permite crear diversos tipos de armas, casi siempre contundentes; aunque con piezas pequeñas se pueden fabricar buenos filos, como pequeños puñales, puntas de lanza y flecha o agujas (que algunos asesinos esconden en su ropa como simples adornos y, una vez untadas con venenos, pueden ser más mortales que el mordisco de un sulardrak). Los huesos más idóneos suelen ser los grandes y los dientes (llegando a superar estos últimos una dureza de 9 en la escala de Mohs, solo estando por encima el diamante). Es recomendable a la hora de seleccionar los huesos que el artesano tenga Conocimiento Fauna a 8 para saber seleccionar las mejores piezas. Sigue leyendo

Pangea – Jarra del gran cornudo

Jarra del gran cornudo

Las jarras del gran cornudo son los recipientes empleados por los miembros del Culto del uro (18641 Ver)para beber el té de sangre hecho con el corazón de sus víctimas. Todos los iniciados de este sangriento culto poseen una de estas jarras, que deben fabricar para poder alcanzar el rango de iniciado. Perderla significa un terrible revés para ellos, así que están dispuestos a hacer cualquier cosa para recuperarla

Normalmente están modeladas en arcilla o bien talladas en madera o piedra; una jarra hecha de metal sería un tesoro de valor incalculable. A menudo sorprende la excepcional calidad de la pieza, así como el primoroso cuidado que se ha puesto en su factura (los ogros no son conocidos precisamente por el empeño que le ponen a sus artesanías, y menos aún por sus dotes artísticas. La decoración suele ser geométrica, y refleja patrones confusos y enrevesados, casi hipnóticos. Los iniciados del culto afirman que se trata de una representación del extraño lugar que visitan durante sus trances, un lugar donde incluso los espíritus temen adentrarse, puesto que una vez allí ya no es posible escapar a menos que el gran espíritu astado tenga a bien permitirlo… Sigue leyendo

Pangea – 3×06 – La larga espera

Y Kel esperó.

Le habían dicho que no lo hiciera, pero no obedeció. Los tikki no suelen obedecer las órdenes si no las comprenden o al menos eso se decía cuando la noche le sorprendió al raso y empezó a escuchar los ruidos de los depredadores nocturnos. ¿Qué puede hacer un pobre tikki solo en campo abierto? Exacto, recoger madera, varillas y trenzar cuerdas toscar con zarcillos. Estaba en ello, cuando en la lejanía, recortado contra la aurora nocturna vio la silueta del animal. Quizás un lobo, pero de un tamaño superior al que estaba acostumbrado. ¿Estaría solo?

Y Kel espero, subido a lo alto de la colina, sin perder de vista la entrada por si sus amigos volvían. Y desde allí, sus buenos ojos vieron como el animal se acercaba receloso cambiando de dirección mientras olfateaba en el aire a su víctima, al pobre tikki. Quizás le atemorizara y se marchara, pero no se hacía ilusiones. Kel cogió su lanza de madera endurecida al fuego y esperó. La negra punta se perdía también en la oscuridad de la noche. Sigue leyendo

Pangea – Runas del Sabio (Noticias)

Tres años de la segunda palma de la primera columna de la estela del gato de agua

Como saben los cuervos de Taga…

Vuelve la lluvia que quema

Los habitantes del sur de las Tierras de los Volcanes se han visto sorprendidos por una lluvia que quemaba la piel y agujereaba las techumbres de sus grakines. Ya habían escuchado de este fenómeno de la lluvia del Wukran como la denominan por aquellos lares. Por fortuna, muchos conocen que el remedio es protegerse con la tierra de Taga y están cubriendo los hogares y su propio cuerpo con arcillas. Han sido los comerciantes y los viajeros los que han aportado la solución que la han conocido tras sus visitas a las tierras más al norte. Agradecidos, muchos jefes de grakin se han mostrado más abiertos con los desconocidos.


Regresan los primeros emisarios de Ursus

Tras varios ciclos desde su partida, varios de los emisarios han regresado hasta Aguaclara con noticias y registro de sus viajes. El veterano jefe del grakin ha utilizado una gran roca para marcar, con pigmentos y pinturas que le ha facilitado el chamán, la ruta seguida por sus viajeros. Ha trazado una línea ondulada en el centro de la piedra que, según él, representa el río púrpura y junto a ella va marcando los lugares o peligros de la ruta con extraños ideogramas. Dicha representación ha generado cierta inquietud pues muchos habitantes del grakin creen que podría estar robando el espíritu al río por grabarlo sobre la piedra, pero Ursus ha acallado cualquier queja asegurando que, con el tiempo, habrá una de aquellas piedras en cada grakin. Uno de los aprendices del grakin ha quedado encargado de repasar los símbolos con regularidad para evitar que se desdibujen, aunque el chamán asegura que sus pinturas con aceites animales resistirán hasta la llegada del Ojo en el Cielo. Sigue leyendo

Pangea – Lagarto vela, muerdepiernas

(Platyhystrix)

Lagarto vela, ilustración de Mark Witton

Los remansos de aguas tranquilas en los ríos de Pangea son el hogar de multitud de criaturas. Decenas de coloridas libélulas sobrevuelan silenciosas las riberas de los cauces de agua, culebras de río se ocultan en el fango del fondo y vistosas ranas croan a coro al caer la noche. La vida en Pangea se abre camino sin impedimento. Este es un mundo salvaje, primordial, donde la Naturaleza es ley. En un lugar como este incontables son las formas que toman sus criaturas, algunas tan asombrosas como la de los tritones vela, comúnmente llamados por las tribus ribereñas como muerdepiernas.

Los tritones velas son anfibios rechonchos y torpes, de una vara de longitud. Su piel, de un azul intenso, está siempre húmeda. Si por algo destaca este animal es por su característica vela dorsal. Viven en grupos de entre 5 y 8 individuos. Los días soleados es fácil verlos con sus velas al sol, emergidas del agua, y el resto de sus cuerpos bajo ella. Sigue leyendo

Pangea – Kel

Cuando Kel mató a su primer hombre en combate cuerpo a cuerpo, tenía diez años. Y ese hombre era su padre.

Originario de los bosques dwandir, la tribu de Kel vivía en esa frontera difusa entre las llanuras y la floresta espesa que es propiedad de los dwandir. Dada su particular situación, la tribu se enfrentaba a muchas amenazas desde todos los frentes: ataques de animales salvajes, ataques de dwandir, esclavistas de todas las razas, luchas intestinas contra otros tikki? no es de extrañar que desde su más tierna infancia, Kel fuese preparado junto a muchos otros compañeros para luchar con fiereza.

Kel sobresalía como un guerrero sigiloso, audaz y capaz de reaccionar a una gran velocidad. Poco a poco, sus tareas de defensor fueron relegándose a la figura del cazador que provee comida a sus congéneres. Participaba en las tareas de defensa, sí, pero no era algo que se le designara como tarea principal. Su primera experiencia real fue contra la tribu de los orejas cortas, una tribu tikki aledaña que en ocasiones había atacado a su grupo. De hecho, Kel era fruto de uno de esos ataques y una violación sufrida por su madre en el transcurso del conflicto. Allí, sin especial ceremonia o significado para él, asesinó al que fue su padre como pudo saber después. Sigue leyendo

Pangea – 3×05 – La entrada de la colina

La caravana continuó su camino con paso alegre. El agua del río Púrpura cantaba cuando esquiva las rocas y los saltos que el tiempo ha dejado en su curso. Es agua fresca, joven y el grupo sabía que se estaban acercando a su destino. ¿Qué cosas descubrirían en esa nueva tierra de la que les han hablado? ¿Cómo sería el nacimiento de aquel río que es la fuente de la prosperidad de Aguaclara?

Cuando el sol de la mañana empezaba a llegar a lo más alto, Aarthalas, que viajaba al frente, hizo una señal para que se detuvieran. Eso, para todos, significaba que podía haber peligro. No sacaron sus armas, pero se cuidaron de estar cerca de ellas. Un viajero prevenido llega a su destino.

Lobo se acercó al ver que la exploradora miraba al oeste, de espaldas al río. ¿Qué veían sus penetrantes ojos? ¿Quizás una manada de herbívoros? ¿Cenarían carne fresca? No, solo era una colina extraña, un montículo de tierra formado por el capricho de la Taga.

-¿Qué ven tus ojos?

Y la dwandir señala con el dedo y dice: Sigue leyendo