Autor: Sergio Jurado
De repente sientes cómo una boca llena de pequeños dientes afilados te muerde el interior del muslo. Casi inmediatamente notas otros tres dolorosos mordiscos más en las piernas. Sales rápidamente del agua y te dejas caer en el fangoso suelo mientras miras tus piernas heridas pero tampoco allí puedes detenerte ya que, del pantano, surge una docena de ranas que saltan en tu dirección decididas a no dejar escapar a su presa… Sigue leyendo