Si bien es lógico colocar el inicio de la Segunda Guerra Mundial en la agresión alemana a Polonia en septiembre de 1939, varios frentes que se podrían considerar prolegómenos de la conflagración mundial se habían abierto antes. Un ejemplo sería la segunda guerra Chino-Japonesa del 37 pero otro, que reprodujo además los posteriores bloques que se conformarían, fue la guerra civil española. A raíz de la emigración que provocó esta y de la posterior simpatía del régimen franquista español con el nazista alemán, hubo una serie de ciudadanos españoles que acabarían pasando por diversos motivos por el sistema de campos de trabajo soviéticos. Este artículo proporciona información sobre dichos campos y específicamente sobre los situados en la zona de Karaganda, donde estaban algunos por los que los prisioneros españoles pasaron.
El sistema penal soviético
En la Unión Soviética, en teoría, el acusado de un delito era primero investigado, quizás retenido en una prisión común durante ese proceso y, si no se le liberaba por falta de pruebas, pasaba a juicio y de ser encontrado culpable se le condenaba a alguna de las posibilidades contempladas en el sistema penal soviético que, a partir de 1930 podían ser el pago de una multa, la reclusión en una prisión, un campo de trabajo o una zona abierta especial, o la ejecución, según el tipo y gravedad del delito. La pena máxima hasta 1937 eran los 10 años de prisión y, aunque se elevaron posteriormente, eran raras las condenas que llegasen a los 20 años. Sigue leyendo