Exo – Campaña Rey Rojo.

Capítulo Nueve: Ramificaciones.

En el anterior capítulo de esta campaña, que ya enfila su recta final, dejamos a los personajes en un laboratorio de Wica, con información suficiente sobre Rey Rojo para detener la pandemia y para demostrar que la Reina Roja era un falso remedio. Seguramente no tendrán pruebas de que proviene de los iroiendi, pero sí de que existe una conspiración para perjudicar a los aioll.

Ancor, el jefe del laboratorio al que llegaron los personajes de la mano de Mariuk, se ofrecerá a ponerse manos a la obra para buscar un remedio e incluso si los personajes no están de acuerdo, él se pondrá a ello por orden de los sheller y de la RFP igualmente. Sin embargo, estas instrucciones llegarán ya después de que los personajes empiecen a moverse, ya que Ancor no tiene interés en principio en perjudicar a los aioll y no desanimará a los personajes de intentar parar la epidemia.

En este punto la campaña vuelve a abrirse en múltiples direcciones, dependiendo de hacia dónde quieran llevarla los personajes. En consecuencia, en los siguientes capítulos proveeremos a las Direcciones de Juego de herramientas para responder a las acciones de la mesa de juego, al menos en la mayoría de los casos. Sigue leyendo

Comandos – El puente sobre el río Seinne

El avance hacia el suroeste de Francia no parecía encontrase con mucha oposición. En ocasiones se detenían porque alguna unidad alemana, sin combustible, había decidido dar batalla en algún pueblo, pero la artillería de cuerpo estadounidense y la aviación les convencían pronto de lo fútil que resultaba la resistencia.

— El secreto de la guerra moderna —aventuró Snelling— es no correr más que tu artillería.

Y la 1ª división tenía cierta ventaja en eso porque el Cuerpo del que dependían tenía todas sus baterías con vehículos de remolque. No era tan versátiles ni rápidas como los Wolverine, pero suficiente para no jugarse el pellejo. En las sangrientas playas de Omaha, sí los echaron de menos.

Y llegó el día en el que empezaron a girar al este, llevaban otro cuerpo a su derecha y otro a su izquierda y entre los tres eran parte de un ambicioso intento de envolver a todo el ejército alemán que aún resistía en el frente de Normandía.

Una noche llegaron a una pequeña localidad junto al río Seinne. No era un río especialmente complicado (no era el Sena al que sabían se tendría enfrentar en el futuro), pero su riberas estaban plagadas de densos bosquecillos que limitaban, mucho, la protección de las armas pesadas. El mando no quiso esperar al amanecer porque creyó que los alemanes, ahora en retirada, podrían preparar una buena defensa si se detenían. Sigue leyendo

1808 – 3×06 – El pastor

Rojo y Oro

Haciendo camino les pilló a los mangas verdes el final de diciembre, con la lluvia y los fríos colándose en los huesos y el mal humor adueñándose de los espíritus. Seguían una senda que empezó prometedora, pero que acabó convertida en un pedregal estrecho que transitaba siguiendo un río frío de montaña. Se apearon de las monturas para evitar que se quebraran las patas, lo que provocó que Chaparro se lamentara porque a nadie parecía preocuparle que fuera él quien se rompiera las patas.

La ascensión terminó en un prado con una cobertizo desvencijado donde se escuchaba el balar del rebaño y una caseta de piedra y madera con humo en el hogar.

—Les estaba esperando —les dio la bienvenida un anciano que, desde el porche, se entretenía afilando un cuchillo con una piedra de esmerilar. El arma, de esas que entran y salen en la vaina con un vaivén, tenía un tamaño considerable y el desgaste propio del uso frecuente. Sigue leyendo

Pangea – ¡Defensa!

Resumen

El grupo de personajes jugadores acuden a la llamada de auxilio de una pequeña tribu que está siendo acosada por una partida de bandidos desde hace varias jornadas.

Antecedentes

La tribu de la liebre blanca se asienta al este de Aguaclara, en un pequeño valle por el que transcurre uno de los numerosos afluentes del río Púrpura. Este entorno les proporciona todo lo necesario para llevar una vida plácida: pesca, caza, pastos para el ganado, etc.

Son un grupo de humanos de carácter sedentario con una división clara de las tareas de trabajo: los hombres se dedican a la ganadería y la caza, las mujeres a la recolecta de frutos y cereales. Las tareas de artesanía se realizan indistintamente entre unos y otros. Los más hábiles toman aprendices para asegurar el paso de conocimientos a la generación venidera.

En la actualidad son unas treinta familias con una media de tres hijos.

Hace unas jornadas (un par de manos) un grupo de bandidos se han asentado en los alrededores y han empezado a robar cabezas de ganado y a asaltar a los miembros de la tribu. Hace dos días, forzaron físicamente a una de las muchachas del pueblo mientras recogía bayas en la arboleda aledaña a la aldea. Sigue leyendo

Exo – Saltando al vacío

Resumen

Los personajes han quedado con uno de sus contactos por una oferta de trabajo que puede ayudarles a aliviar un poco la presión de las deudas que hace un tiempo les viene mordiendo los talones.

El encargo consiste en llevar a dos personas a un planeta que está sometido a bloqueo por parte de la RFP. Han de llevarlos sanos y salvos a un punto concreto del planeta y allí recoger un paquete y volver a su contacto para entregárselo.

Fácil y rutinario.

Antecedentes

Las personas en cuestión que necesitan el transporte son dos humanas que aducen la necesidad de entrar en el planeta para reunirse con su familia. En realidad, son dos espías oeonianas que tras realizar una serie de trabajos en los planetas bajo control republicano (en su mayoría reunir información suficiente para sabotaje de infraestructuras de la RFP) que retornan a un lugar seguro durante un tiempo. Sobre todo tras la última operación ya que han dejado un rastro y la RFP se acerca. Sigue leyendo

Pangea – 3×06 – La larga espera

Y Kel esperó.

Le habían dicho que no lo hiciera, pero no obedeció. Los tikki no suelen obedecer las órdenes si no las comprenden o al menos eso se decía cuando la noche le sorprendió al raso y empezó a escuchar los ruidos de los depredadores nocturnos. ¿Qué puede hacer un pobre tikki solo en campo abierto? Exacto, recoger madera, varillas y trenzar cuerdas toscar con zarcillos. Estaba en ello, cuando en la lejanía, recortado contra la aurora nocturna vio la silueta del animal. Quizás un lobo, pero de un tamaño superior al que estaba acostumbrado. ¿Estaría solo?

Y Kel espero, subido a lo alto de la colina, sin perder de vista la entrada por si sus amigos volvían. Y desde allí, sus buenos ojos vieron como el animal se acercaba receloso cambiando de dirección mientras olfateaba en el aire a su víctima, al pobre tikki. Quizás le atemorizara y se marchara, pero no se hacía ilusiones. Kel cogió su lanza de madera endurecida al fuego y esperó. La negra punta se perdía también en la oscuridad de la noche. Sigue leyendo

Comandos – Jinetes de carro

Las noticias eran halagüeñas. El frente alemán parecía roto tras la operación Cobra y aunque habían sido días duros viendo enterrar a los suyos y a los de ellos, el optimismo reinaba en el cuartel general y se iba filtrando hacia los escalones más bajos. Había gente que hablaba de llegar a Berlín antes de Navidad. Pero la Sangrienta Siete tenía suficiente experiencia como para saber que la guerra nunca acabaría. Si llegarán a Berlín, habría que ir a Viena o Tokio y quién sabe si no tendría que ir a visitar a los que hoy son Aliados, en Moscú.

El optimismo no era bueno, tanta alegría hacía que todos fueran menos prudentes y allí fuera aún había muchos boches a los que mandar al agujero. Gonzalez, como siempre, era el más pesimista. «Ya verás como a alguien«, decía, «se le ocurre pronto una tontería«. Y su pesimismo tenía fama de hacerle un gafe, pero no es cenizo si siempre pasan cosas malas. Allí estaba el capitán, sonriendo de oreja a oreja, y diciendo que montarían sobre los carros para proseguir el avance a su ritmo. Sigue leyendo

Rol Negro – Es viral pero no es una broma

Cunia, 14 de abril de 2020. La crisis del COVID-19 y la declaración del estado de alarma mantienen las calles casi vacías de circulación a pesar de la vuelta al trabajo de los sectores no esenciales decretada pocos días antes. Hay algo de movimiento en el puerto y los mercados pero mucho menos porque el consumo de todo lo que no sea esencial ha bajado. Paseantes solitarios cubiertos con mascarilla vuelven de su trabajo o sacan al perro bajo la mirada escrutadora de algún vigilante espontáneo de balcón. Conmemorando la fecha, de tanto en tanto se ve una bandera tricolor.

Es en esta situación en la que un pequeño grupúsculo de delincuentes de ultraderecha se ha visto en la necesidad de moverse más de lo autorizado. Este grupo de ultras se financia moviendo una parte de la droga de los Metropolitanos, por lo que llevaban unas semanas con la actividad muy baja, debido a la cuarentena. Hasta que ahora, la banda les ha contactado para que saquen el material de donde lo tengan escondido y se lo entreguen todo a un cliente que va a distribuirlo en Baleares, a cambio de un dinero del que ellos se llevarían un pellizco. Aunque a estos delincuentes de poca monta ahora mismo no les urge el efectivo para sus actividades habituales (comprar armas en el mercado negro, viajar a partidos o conciertos, pagar multas o acumular anabolizantes sabor vainilla), ninguno es tan inconsciente como para decirle que no a Giorgio. Sigue leyendo

Rol Negro – Intriga en Pequeña Rihad.

En el nombre de Alá, el más compasivo, el más misericordioso.

Has de saber, hermano o hermana que lees esto, que en un lugar llamado Cunia y en uno de sus barrios, el de Génova, existe una manzana de edificios que en sí mismos conforman un mundo fuera del mundo, un trozo de Medio Oriente incrustado como una gema en el anillo de falso oro que es la Ciudad Doliente.

Los cuatro edificios que conforman la manzana acotada por las calles Rey Abu Said, Luis Sanz Jiménez, Periodista Antonio y Norte (98 C-1 en el callejero de Cunia) pertenecen a un grupo de millonarios de origen Saudí, más o menos emparentados entre sí y con la familia real de la dictadura teocrática.

En estos edificios se acumulan las sedes de media docena de empresas saudíes que buscan abrirse paso en el competitivo espacio comercial de Cunia. En la ciudad no son peces grandes pero sus conexiones con enormes ballenas económicas del resto del país les otorga algunas ventajas.

A esta manzana de edificios reformados el callejero y sus dueños los llama «Conjunto Said», pero la calle los llama «Pequeña Rihad». Sigue leyendo

Pangea – 3×05 – La entrada de la colina

La caravana continuó su camino con paso alegre. El agua del río Púrpura cantaba cuando esquiva las rocas y los saltos que el tiempo ha dejado en su curso. Es agua fresca, joven y el grupo sabía que se estaban acercando a su destino. ¿Qué cosas descubrirían en esa nueva tierra de la que les han hablado? ¿Cómo sería el nacimiento de aquel río que es la fuente de la prosperidad de Aguaclara?

Cuando el sol de la mañana empezaba a llegar a lo más alto, Aarthalas, que viajaba al frente, hizo una señal para que se detuvieran. Eso, para todos, significaba que podía haber peligro. No sacaron sus armas, pero se cuidaron de estar cerca de ellas. Un viajero prevenido llega a su destino.

Lobo se acercó al ver que la exploradora miraba al oeste, de espaldas al río. ¿Qué veían sus penetrantes ojos? ¿Quizás una manada de herbívoros? ¿Cenarían carne fresca? No, solo era una colina extraña, un montículo de tierra formado por el capricho de la Taga.

-¿Qué ven tus ojos?

Y la dwandir señala con el dedo y dice: Sigue leyendo