En número previos de la revista os hablamos de la llave Eagle (10663) en la que con cierta fuerza bruta un cerrajero (y un amigo de lo ajeno) podrían abrir casi cualquier cerradura. En la mañana de ayer, la policía detuvo por casualidad a un individuo que pretendía entrar en la sede del Partido Federal. Además de diversa documentación que no viene al caso de este artículo, se le incautó un curioso teléfono móvil que llevaba (a modo de navaja suiza) varias ganzúas. Al parecer, y según fuentes policiales, el aparato permite mediante una App especializada la apertura de puerta. Tanto los agentes como esta investigadora es la primera vez que nos topamos con un aparato similar que más parece propio de películas futuristas.
Dada la información, la redacción de La Verdad se ha puesto a la búsqueda de este aparato en diferentes compañías de cerrajería, tanto de Cunia como del resto del mundo, sin mucho éxito. Sin embargo, tras visitar la web profunda y hacernos pasar por compradores interesados, hemos localizado un suministrador en Kazajistán (posiblemente la ubicación sea falsa). Sigue leyendo