Por supuesto, carecemos de fechas exactas. Los verrianos no mantienen registros con fines académicos como hacen los humanos. Para ellos casi toda la información histórica carece de valor práctico, y todo cuanto carece de utilidad es purgado de sus sistemas de almacenamiento de información. Los verrianos viven el aquí y el ahora.
Apenas disponemos de unos pocos datos sobre el origen de los zelonitas, e incluso estos carecen de fiabilidad, pues han sido facilitados por la reina verriana del sector K-51. Si creemos los datos suministrados, todo empezó hará un par de milenios en el planeta Zele, una roca sin vida del sistema Lucahoin (sector Ester). En ese lugar, una roca desprovista de atmósfera que no debería albergar vida, un grupo de exploradores verrianos que buscaban depósitos de minerales descubrieron una antiquísima instalación de origen desconocido (¿Tal vez unas antiguas ruinas skardar?). Cuando se adentraron en su interior, los verrianos fueron infectados por un extraño parásito capaz de colonizar incluso su asombroso metabolismo (de modo parecido al gom (pág. 50 del Exobichos). El parásito les confirió la capacidad de manipular de una forma limitada su propio cuerpo, provocando rápidos cambios físicos a voluntad, si bien sus capacidades telepáticas quedaban bastante mermadas durante el proceso. Peor aún, esta desviación genética resultó ser contagiosa. Pronto, lo que en principio parecía poco más que una anomalía puntual de un puñado de individuos terminó propagándose a una notable porción de la población verriana de Ester, llegando incluso a infectar a la propia reina de la colmena. La monarca, ofuscada por sus nuevas habilidades y sin duda bajo el influjo del parásito, pretendió incorporar las manipulaciones genéticas que el parásito transmitía al acerbo genético de la siguiente generación de jóvenes verrianos. Por supuesto, el asunto terminó en una sangrienta guerra civil que a punto estuvo de aniquilar por completo a la colmena de Ester. Tan solo gracias a la astucia y la fuerza de voluntad de Lomprk lazx-reskj, un noble que muy oportunamente se metaformoseó en una nueva reina, que la infección pudo ser contenida y finalmente erradicada. Sigue leyendo →