Es un cuento que los viejos marineros utilizan para asustar a los novatos. Una amenaza de una fantástica flota formada por una decena de barcos de la época del Emperador y las grandes exploraciones. Con el tiempo y siempre según la narración de estos viejos lobos del Vacío, la flota ha ido creciendo porque cada aeronave que se pierde es atrapada y unida al colectivo donde sus marineros, desesperados por no poder tocar tierra, se vuelven criaturas muertas en vida y sus llantos se oyen como crujidos en la lejanía.
Lo que esos narradores de cuentos no saben es que la Flota Perdida existe de verdad y tiene su origen en una expedición financiada por el Emperador para descubrir el fin del mundo. Los eruditos de la época creían que alrededor de Eriloe existía una tierra que rodeaba a todas las tierras conocidas y hacía de borde o contención de toda la bruma del Vacío. Era la explicación más que toda la bruma que se ve al navegar no se dispersara, como ocurre con las nieblas matinales o con las nubes tras la tormenta. Sigue leyendo