Historia
Marita (diminutivo de María que nunca ha dejado de usar) Yvara nació en Guarambaré, Paraguay, el mismo lugar de origen del músico favorito de su madre, Emiliano R. Fernández, autor de la canción que le cantaban de niña y cuyo título, «Tujami», su marido Luis convirtió en apodo cariñoso que ahora usan los Perros de caza para referirse a ella cuando el anonimato es necesario. En el resto de situaciones, ella en realidad prefiere «Marita».
Emigró con su familia de Paraguay a Cunia cuando solo tenía ocho años. Creció educada en un espíritu de esfuerzo que no pudo aplicar a los estudios por el constante desprecio a sus capacidades que tenía su padre, un hombre chapado a la antigua que solo esperaba para Marita un matrimonio decente. La muerte de su padre y una madre más dispuesta a dejarla vivir su vida le permitieron con 16 años tomar la decisión de dedicarse a la actuación. Sus primeros profesores de interpretación le insistieron en que tenía el físico y las capacidades adecuadas para ser una estrella si tenía suerte y de hecho su carrera iba bien, con apariciones habituales en anuncios y secundaria en un par de capítulos de series de éxito. Por fin llegó un contrato para una película de aspiración taquillera que había rechazado una actriz más famosa pero antes de firmarlo, apareció Luis «Luigi» Geromini en su vida. Casi diez años mayor que ella, destrozado por la vida pero lleno de potencial, Marita vio en este hombre al que había conocido como guardaespaldas de un actor y que se estaba metiendo en demasiadas peleas injustificadas, al amor trágico del que ya se enamoraba en las obras que interpretaba. Sigue leyendo