Autor: Roberta Alias
En los años 70 se gestó en Cunia un dicho que reza: «abogados tengas» y en contra de lo que pudiera parecer, no se trata de un buen deseo. Uno de los aspectos característicos de la ciudad doliente es la necesidad (y proliferación) de abogados. Es raro que a lo largo de la vida uno no necesite un abogado viviendo en la ciudad, sobre todo si tiene una profesión, como detective, que le haga moverse por ambientes de mala reputación.
¿Y para qué puede necesitarse un abogado? Si le haces esta pregunta a un letrado, te responderá que para todo. De hecho, la legislación municipal del distrito federal es una de las más confusas y obtusas del mundo y, aunque parezca una exageración, no está muy claro cual es la norma que rige los semáforos para los peatones. Uno podría pensar que se rigen por el código de la circulación (de ámbito nacional), pero si uno es un perro que tira de un carro y va por la acera. La respuesta a esta pregunta está en manos de los abogados (y en este caso concreto, en el tribunal número 2 de Cunia desde hace cinco años). Sigue leyendo →