Autor: Juan Carlos Herreros Lucas
El general autodidacta
Pavel Semenovich nació el 23 de octubre de 1894 en el pueblo de Malyi Istorop, en la actual Ucrania aunque en esta época pertenecía al imperio ruso. Su familia no era muy acaudalada (granjeros posiblemente por la ubicación, pero no hemos podido confirmarlo). Recibió la educación básica y luego se puso a trabajar en una fábrica de caña de azúcar. Trabajando en ella le pilló la Primera Guerra Mundial en la que participó como soldado.
En 1924 fue destinado a Moscú, pero su oportunidad de aprender llegaría en 1926 cuando fue seleccionado para el Curso de Oficiales del Ejército Rojo (también conocido como Academia Militar de Frunze). Tras un primer periodo de aprendizaje, le enviaron como asesor del ejército mongol en la frontera china donde ostentó el mando de un regimiento durante tres años. Pasaría los siguientes tres años en la academia donde volvería a destacar por su capacidad para el estudio. Pavel Semenovich se salía un poco de la norma de los generales rusos de la época que valoraban más su propia experiencia que el estudio o, mejor dicho, que desdeñaban directamente el estudio. Tras la academia formó parte del grupo que diseñó el cambio del arma blindada soviética y allí entró en contacto con las teorías de carros que procedían de Europa Occidental. Más tarde fue enviado a Varsovia como agregado militar, un destino que no le gustó nada (no le caían bien los polacos), pero que le mantuvo apartado de los tejemanejes políticos de esa época y de la purga posterior. En 1940 sería enviado, para su desesperación, como profesor de la escuela de tanques de Kazan (en el lado más alejado de Rusia respecto a la guerra que ya estaba ocurriendo en Europa).
Permaneció en la Escuela de Kazan hasta 1942 y salió de ella gracias a la intervención de un antiguo compañero del arma de caballería: Yemerenko. Fue él quién intercedió para que se le asignara el mando de una unidad de carros de combate: el 3er ejército blindado. Desde ese momento, el nombre de esta formación de carros estaría ligado al de Pavel Semenovich.
El 3er ejército de carros era una de las seis formaciones de reserva que llegaría a tener el Alto Estado mayor y las utilizaban como tales en las ofensivas más importantes o en las defensas más exigentes. Participaron en los combates del frente Voronezh a principios de 1943 siendo la cabeza de lanza de varias operaciones que aprovecharon la derrota de los alemanes en Stalingrado y que llegaron a alcanza Kharkov. Por su actuación en dichas operaciones el 3er ejército se ganó el apelativo «de Guardia» que era una denominación que el mando ruso reservaba para premiar a las unidades de élite. Fue la primera de las seis unidades de reserva del Alto mando en obtener dicho reconocimiento. Pavel Semenovich fue condecorado con la Orden de Suvorov y ascendido a teniente general. La reconquista de Kharkov no fue un éxito militar porque el general alemán Manstein realizó un acertado contraataque que pilló al 3er Ejército demasiado extendido, lo que le permitió recuperar el terreno. Sin embargo, Semenovich fue capaz de frenar el desastre movilizando pequeñas unidades de emergencia. Más que el avance previo, que también tiene su mérito, la defensa realizada es quizás lo más destacable.
El 3er Ejército, tras bastante reorganización y recuperación, participó en la batalla de Kursk y tras esta formó parte de las unidades que avanzaron hacia Kiev. Su unidad se infiltró entre el frente enemigo amparándose en la noche y consiguió establecer una cabeza de puente al otro lado del río Dnieper. Esta acción fue crucial en la liberación de Kiev de tropas alemanas. Seguirían participando en las misiones de liberación de territorio ucraniano hasta la captura de Lvov a finales de Julio.
Les retirarían del frente hasta principios de 1945 en los que formarían parte de la invasión de Silesia, rompiendo el frente el primer día de los combates y estableciendo una cabeza de puente en la orilla occidental del Oder. Al final, encuadrado en el 1er Frente Ucraniano, el 3er Ejército participaría en la toma de Berlín.
Al finalizar la guerra le ascenderían a Mariscal en 1945, pero la muerte le sorprendería en 1948 mientras trabajaba en el diseño de los nuevos ejércitos blindados soviéticos. Pavel Semenovich Rybalko fue un genio del arma blindada de la Segunda Guerra Mundial aunque su nombre, quizás, no es tan conocido como el de otros. No fue un gran teórico, pero fue capaz de llevar a la práctica con mucho éxito conceptos tácticos que sorprendieron a sus rivales (y a sus aliados).