Comandos – Volksstumgewehr Gustloff – MP 507

En 1944 las pérdidas tanto humanas como material de Alemania eran catastróficas, lo que llevó al partido nazi a llamar a una movilización total del país. Así, en septiembre de ese mismo año se dictamina llamar a las armas al menos a seis millones de varones con edades comprendidas entre los 16 y los 60 años, para formar la milicia Volkssturm. Pero los 6.710 batallones planeados con los nuevos reclutas, necesitaban ser equipados aunque las cifras necesarias eran exageradas para una capacidad industrial muy mermada por la guerra. Por ejemplo, se necesitaban 4 millones de rifles y 230.000 ametralladoras.

Para suplir estas carencias se recurrió a todo tipo de armamento, desde piezas capturadas al enemigo, hasta equipamiento obsoleto, procedente de la guerra franco-prusiana de 1870. Pero ni aún así se podían cubrir todas las necesidades, por lo que era necesario diseñar un plan de fabricación de armamento de emergencia, el Primitiv-Waffen Programm, literalmente «Programa de Armamento Primitivo». Sigue leyendo

Comandos – Policía luxemburgués

(1940)

Los libros de historia de las batallas de la Segunda Guerra Mundial no suelen detenerse mucho en Luxemburgo y lo mencionan más como una puerta de entrada a Francia que como una operación en sí misma. No les falta razón, pero también es cierto que Luxemburgo, un país diminuto, intentó oponer resistencia a los invasores. Su defensa se centró en dos ejes: uno físico y uno humano.

El primero consistió en la llamada Línea Schuster. Y aunque el nombre parezca evocar a la Línea Maginot, en realidad eran una serie de bloqueos de carreteras con puertas de hierro en toda la frontera con los que se pretendía frenar a los invasores (franceses o alemanes) mientras las fuerzas defensoras organizaban un contraataque. Estas fuerzas defensoras eran el segundo eje de la defensa y estaban formadas por el Cuerpo de Policías y Voluntarios fundado en 1881, pero reforzado en 1939, tenían una compañía de policías y otra compañía de soldados voluntarios.

Las autoridades luxemburguesas dieron la orden de cerrar las puertas de hierro pocas horas antes de la llegada de los alemanes, pero de nada sirvieron contra las tres divisiones panzer a las que tuvieron que enfrentarse. Algunas unidades francesas entraron en el país desde el oeste, pero tampoco frenaron la marcha alemana. Tampoco lo hizo la voladura de los puentes ni los campos de minas. El resultado de la operación fue seis policías y un soldado herido y 75, policías y soldados, capturados. Muchos miembros del Cuerpo de Policías y Voluntarios consiguieron salir del país y continuar luchando con Francia primero y con Gran Bretaña después. Los que se quedaron en Luxemburgo fueron enrolados en la policía alemana cuando Alemania se anexionó Luxemburgo (Julio 1940). Sigue leyendo

Comandos – Otter Mark I

En 1940, tras la debacle de la campaña de Francia, el Reino Unido necesitaba reequiparse con urgencia, por lo que envió peticiones de diseños a todas las naciones de la Commonwealth. Una de estas solicitudes abarcaba las especificaciones para un vehículo ligero de reconocimiento. En 1941, la GMC Canada, a la sazón el mayor productor de automóviles de Canadá, consiguió unos planos del Humber LRC Mark III, que usaría como referencia para comenzar a trabajar en un diseño nuevo.

El resultado sería el Otter Mark I, basado en el chasis del camión Chevrolet C15 Canadian Military Pattern, lo que resultaría en un vehículo más pesado y lento, pero con mejores capacidades todo terreno. A pesar de contar con un motor mas potente que el Humber, era más grande y le superaba en más de una tonelada, lo que lo convertía en un vehículo lento y de prestaciones pasables. Y aún con todo era un vehículo apreciado por sus tripulaciones por ser robusto y de mantenimiento sencillo.

En cuanto a protección, el Otter contaba con un blindaje de 12 milímetros en el frontal, y 8 milímetros en los laterales, lo que igualaba a la del Humber Mark III. Pero en la parte trasera disponía de 10 mm, y en el techo 12 milímetros, lo que era una mejora notable con respecto a su «progenitor». Sigue leyendo

Comandos – Churchill NA 75

El Reino Unido entró en guerra con una filosofía relativa a los carros de combate muy definida, dividiéndolos en tanques de crucero, más rápidos y con menos blindaje, destinados a romper el frente. Y por el otro lado los tanques de infantería, lentos y con un mayor blindaje, cuya función era acompañar a la infantería en la penetración del frente.

Y para este último cometido, el principal caballo de batalla terminaría siendo el tanque de infantería Mark IV (A22), más conocido por su nombre de Churchill, lento, bien blindado y con una gran capacidad de todoterreno, aunque tenía una debilidad con su armamento. Tanto las versiones Mk. y II con sus cañones de 2 libras como los Mk. III y IV con sus 6 libras carecían de un buen proyectil de alto explosivo (HE), lo que irónicamente, era un tanque de infantería que no proporcionaba un gran apoyo de artillería.

Un oficial de Royal Electrical and Mechanical Engineers (REME), el capitán Percy H. Morrell, propuso una solución bastante radical para este problema. Destinado en Túnez, estaba al cargo de desmantelar tanques dañados en batalla, y en particular, M4 Sherman. Muchos de estos carros tenían sus cañones M3 de 75 mm en buenas condiciones, por lo que planteó la posibilidad de instalarlos en torretas de Churchill Mk. IV. Sigue leyendo

Comandos – Calles de Francia

La playa ha quedado atrás y las fortificaciones frente a las que tantos murieron ya serán un peligro, pero eso no significa que el día haya concluido. Acompañados por dos M4 o, más bien, acompañándolos a ellos, la Sangrienta Siete avanza por una carretera francesa con el sol que empieza a ocultarse en su camino. Llevan un rato sin ver a ninguno de los boches, pero no creen que ya hayan acabado con ellos. Frente a ellos hay un pueblo, uno más, y es un buen lugar donde pasar la noche, lástima que haya que tomarlo antes de poder hacerlo.

La primera señal de presencia enemiga llega de un fusil de un francotirador desde el interior de una casa. Uno de los novatos, que ni siquiera era de su unidad pero lo habían reclutado por el camino, cae al suelo. Todos corren a protegerse, en la vereda del camino o junto a los carros. A Gonzalez le vuelan el casco por no agacharse lo suficiente en un segundo disparo, pero con su fortuna la cabeza se queda en el sitio. El carro de cabeza gira la torreta. Un tercer disparo impacta cerca del visor y el sonido del cañonazo apaga cualquier otro ruido por unos instantes. Una casa se derrumba en medio del humo. Sigue leyendo

Comandos – Soldado Colonial Francés

Tiraiulleurs (1940)

Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, Francia poseía un gran imperio colonial (no tan grande como el británico, pero bastante importante). Tenía un ejército metropolitano y uno colonial. Este último estaba compuesto por tropas mandadas desde la metrópolis (lo que no significa que fueran todos europeos), la famosa Legión Extranjera y los tiraiulleurs o tropas coloniales formadas por habitantes de las colonias.

Tiraiulleurs senegaleses en Francia 1940 - Foto de dominio público de autor desconocido

Aunque los tiraiulleurs tienen su origen en el siglo XIX (con esclavos comprados por el ejército y convertidos en soldados), no es hasta la Gran Guerra que su número crece para cubrir las enormes bajas sufridas. Los tiraiulleurs senegaleses (tiradores senegaleses literalmente, aunque suele traducirse por hostigadores) estaban formados originalmente por habitantes de Senegal y colonias francesas cercanas, pero, poco a poco, fueron incorporando a sus filas a otros habitantes, no todo eran senegaleses y aunque hubo tiraiulleurs vietnamitas, tiraiulleurs tunecinos, todos pasaron a ser conocidos como tiraiulleurs simplemente. Sigue leyendo

Comandos – Policía islandés

(1940)

Cuando Gran Bretaña toma la decisión de lanzar la «Operación Fork«, Islandia, objetivo de la operación carecía de ejército. Las pocas tropas danesas presentes en la isla habían sido desmovilizadas tras la rendición del país a los alemanes y enviadas de regreso a casa. Lo único que podía oponerse a los británicos era la fuerza policial de la isla, unos setenta hombres, bajo las órdenes del comisario Agnar Kofoed-Hansen. La mayoría estaban en Reikiavik.

Nota: había en la isla 62 marineros mercantes alemanes, pero su presencia allí fue fruto de la casualidad; su barco, tras chocar con un iceberg, buscó refugio en el puerto neutral para hacer reparaciones. Sin embargo, se rindieron sin presentar batalla.

Entrenamiento de la policía islandesa en 1940 - foto de dominio público

El único incidente reconocido fue la detención de un soldado británico por parte de un policía quién le requisó los cigarrillos entre otras cosas. Sin embargo las autoridades policiales, sabedoras de que la potencia de los cañones navales era más de lo que ellos podían enfrentar (además de los 400 soldados británicos), negociaron un acuerdo para que no hubiera incidentes. El policía detenido fue puesto en libertad sin cargos. Se desconoce si recuperó los cigarrillos. Sigue leyendo

Comandos – Operación Fork

A mediados de 1940 la situación de la isla de Islandia era algo confusa. Su relación con Dinamarca era abierta: la metrópolis e encargaba de las relaciones internacionales y el comercio y la isla se encarga de sus propios asuntos. Sin embargo, tras la conquista de Dinamarca por parte de Alemania, la situación política de la isla quedó un poco en entredicho. ¿Se había rendido a Alemania? ¿Era completamente independiente y podía tomar sus propias decisiones? Según el acuerdo entre daneses e islandeses la independencia era cuestión de tiempo (estaba fijada para 1944), pero aún no había llegado.

Esta misma pregunta se la hizo el gobierno británico. ¿Qué pasa con Islandia? ¿Qué ocurriría si los daneses autorizaban a los alemanes a poner bases de submarinos en la isla? Aquello provocaría el fin de los suministros navales y en un momento en el que se estaba desarrollando la Batalla de Francia y los británicos temían ser los siguientes, perder Islandia como habían perdido Noruega no estaba en sus planes. Fruto de esta preocupación nació la Operación Fork, la invasión de Islandia (la primera violación de la neutralidad de un país por parte de los Aliados). Sigue leyendo

Comandos – Arenas de sangre

Las salvas de la artillería naval pasaban por encima de su cabeza mientras los ridículos lanchones de desembarco cabeceaban arriba y abajo en una marea que parecía haberse vuelto en contra de ellos. Algunos rezaban, otros temblaban de miedo, menos Gonzalez que iba durmiendo y Rogers tuvo que despertarle de un codazo.

El infierno se desató segundos antes de que la puerta de la barcaza cayera sobre el agua. Las ametralladoras fijaron su atención en los recién llegados y sus dardos golpearon en los laterales y pasaron por encima de sus cabezas. Los primeros en desembarcar, los desertores que tuvieron que buscar la última noche, murieron en primer lugar. La segunda fila también cayó, pero la tercera consiguió cruzar la barrera. Algunas explosiones de humo les cubrieron y la Sangrienta Siete llegó a la playa sin muchos incidentes, aunque con dos miembros menos de los que nadie recordaba su nombre.

Las protecciones anticarro era una buena defensa y avanzaban de una en una siempre hacia el interior, hacia los farallones rocosos que se alzaban al sur. Cuando salías de tu posición, tenías que confiar en que tu compañero abandonara la suya antes de llegar. De alguna forma, como más tarde comentaría Snelling, era una especie de macabro juego de beisbol. Había que avanzar de base en base sin que te alcanzara aquella maldita MG42. Sigue leyendo

Comandos – Zis-30

El pequeño destructor de tanques

El comienzo de la operación Barbarroja supuso una debacle para el Ejercito Rojo. A pesar de su alto grado de mecanización, y de contar con algunos de los vehículos más modernos de la época, las pérdidas en medios materiales y humanos fueron terroríficas.

Tales fueron las pérdidas que las factorías eran incapaces de reponer las unidades blindadas a la misma velocidad con la que se sucedían. Era necesario, por tanto, tomar medidas drásticas e improvisar con lo que se tenía a mano.

Se produjeron varios vehículos improvisados, con mayor o menor fortuna, pero uno de ellos destacó por los buenos resultados, el Zis-30. Su nacimiento se debe a una orden emitida por el Ministerio de Armamento en Julio de 1941, por el que se solicitaban diseños para cañones anticarro autopropulsados, baratos y fáciles de fabricar. Y lo que era más extremo, tenían sólo dos semanas para completar sus propuestas.

La tarea no era nada fácil, ya que el Ejercito Rojo no tenia experiencia con este tipo de vehículos, ni se había producido ninguno (más allá de unos prototipos de diversos proyectos, abandonados todos anteriormente). El ministerio firmó la orden para que se diseñasen tres modelos diferentes, usando cada uno un cañón diferente: de 37mm, 57mm y 85mm. Sigue leyendo