En cuanto el oficial o suboficial al mando detecta que puede haber problemas, da la orden de «cuerpo a tierra«, pero cuando el problema es de envergadura, la orden suele ser más expeditivas: «Cavad, por vuestras vidas, cavad«. En ese momento los soldados cogen cualquier cosa que tengan a mano con que hacer un agujero en el suelo y se ponen a cavar. Hay herramientas de trinchera (una especie de palas plegables), hay machetes o bayonetas, hay cascos o las propias manos, cualquier cosa vale. Si se da esa orden es porque se les viene encima algo gordo, un bombardeo artillero, un vehículo o algo peor.
Si no están en una situación apurada, los soldados cavarán una trinchera siguiendo el manual, con sus tablones para aislar el fondo de la humedad, sus sacos terrenos en la parte superior, sus ensanches para permitir el paso, sus apoyos para disparar por encima de la trinchera, etc. Esta es una acción automática que agotará a los personajes, pero que harán bien. Hablamos de esa situación en la que no tienes mucho tiempo para realizar la tarea, hay que hacer un agujero donde esconder lo más rápidamente posible tu cuerpo. Sigue leyendo