Rol Negro – La baraja de Orteli

La baraja de Orteli es un cuadro en el que aparecen cinco cartas de póquer desplegadas: tres doses (picas, corazones y tréboles), un 6 de tréboles y un 7 de diamantes. Es un cuatro pequeño y las cartas están fijadas a un terciopelo verde a imitación del de las mesas de juego (quizá cogido de alguna mesa vieja). Todo protegido por un marco simple de color negro.

Según cuenta la historia, esa fue la mano de póquer con la que Orteli le ganó todas sus posesiones a un antiguo ciudadano de Cunia y que dio comienzo a la fortuna de uno de los actuales grandes hombres de la ciudad. Aquella partida es muy famosa porque su víctima se jugó todo lo que tenía con dobles parejas creyendo que su rival, como toda la noche, iba de farol. Le había cogido el truco, decía. La partida no terminó bien y, al final, incluso hubo un muerto, el pobre y adinerado perdedor. La investigación judicial determinó que se había suicidado (solo así se explicaba que hubiera arremetido contra el puñal de Orteli como un poseso en cinco ocasiones; los testigos fueron determinantes en el caso). Sigue leyendo

Pangea – Piedra de fuego

Fotografía de una piedra de fuego - Rob Lavinsky, iRocks.com - CC-BY-SA-3.0

Los chamanes del Río Púrpura cuentan en su almacén de objetos valiosos con unas piedras de una transparencia rosácea que denominan piedra de fuego. La guardan en recipientes de arcilla rellenos de aceite o agua y casi nunca dejan que sus aprendices pongan las manos en ellas.

La piedra de fuego puede utilizarse para preparar algunos venenos, pero solo los chamanes más villanos las utilizan con este fin. Si la víctima no muere abrasada al comerla, morirá más tarde entre terribles dolores (la piedra ardiendo en su interior).

El uso más común es para hacer fuego o humo. Los chamanes extraen una pequeña piedra de su recipiente, la depositan sobre madera y hojarasca y solo tienen que esperar a que el aceite resbale de la superficie y la piedra prende de inmediato. Con el agua es más rápido, por eso los chamanes usan aceite para alejarse lo suficiente antes de la ignición. Esa pequeña llama dura lo suficiente para que cualquier hoguera se inicie. Los habitantes de Pangea, la mayoría, saben hacer fuego; el uso de las piedras está restringido a ceremonias especiales como, por ejemplo, las asambleas de los grakines. El chamán de Aguaclara prende la hoguera de la casa de Ursus de esta forma cada vez que hay un concilio. El efecto favorece la atmósfera de la reunión.< Sigue leyendo

Eriloe – La piel de la sibila

Uno de los objetos más apreciados por los practicantes de la magia prohibida de Eriloe y que, según cuentan las leyendas, se elabora con auténtica piel de sibila. Algo bastante difícil de creer porque las sibilas, con su don de ver el futuro, podrían esquivar a sus captores sin muchos problemas. Se venden en diferentes tamaños y formas y sus precios van desde abusivos a de otro mundo. La piel de sibila no es barata, no está disponible en comercios habituales (al menos tienen que traficar con objetos mágicos) y es más fácil conseguirla del cadáver de un mago muerto que del almacén de un buhonero. Sigue leyendo

Eriloe – Los Viajes de Jion Mater

Jion Mater fue uno de los grandes exploradores de los años del Emperador (de Eric, el primero) y suyos son algunos de los grandes descubrimientos de esa época donde la ciencia de la exploración estuvo muy protegida. Además de su faceta científica, Jion mater fue un enciclopedista que recopiló información verídica de los lugares que visitaba o de los que visitaban gente de su confianza. Los libros, además de describir las ciudades, los países, sus costumbres y sus habitantes, están llenos de preciosos dibujos descriptivos (animales, plantas, poblaciones) y de notas manuscritas del propio Jion Mater. Se puede decir que Los Viajes de Jion Mater es el primer atlas enciclopédico de Eriloe.

La colección de libros de los viajes de Os, solo uno es un original.

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Pangea – Taba

hueso de taba

La taba es el hueso de la rodilla de algunos animales. En la actualidad se obtiene de las ovejas, pero en la época de Pangea se obtenía de varios animales y, por tanto, su tamaño variaba desde el tamaño de medio dedo al tamaño de un puño. Los hay más grandes, pero no tienen mucha utilidad y, generalmente, los pangeanos no los utilizan, salvo como decoraciones pintadas o talladas.

El hueso de la taba se extrae después de cocer los alimentos, una vez que el calor ha desprendido toda la carne y se deja secar al sol varios días hasta que cualquier resto orgánico está suficientemente seco para desprenderse. En algunas zonas blanquean el hueso sumergiéndolo de nuevo en agua y guardándolo en algún lugar cálido, pero no directamente al sol. Van cambiando el agua con regularidad (huele bastante mal) hasta que el hueso se queda blanco.

La importancia de la taba en las culturas de Pangea es que se utiliza para varios entretenimientos, dependiendo de la edad. Para ello se aprovecha de que la taba tiene cuatro caras (dos anchas y dos estrechas) [Nota: en realidad tiene seis, pero los extremos superior e inferior están redondeados y la taba nunca termina apoyados sobre ellos]:

Cumbre: uno de los laterales ancho que tiene la curva hacia el exterior.
Valle: lateral ancho que tiene la curva hacia el interior.
Frente: lateral estrecho que está ligeramente hundido.
Culo: lateral estrecho que es liso o sobresale ligeramente.

Juego infantil

Huesos de taba

Los niños de los grakines reúnen varias tabas en el suelo. Una de ellas es blanca o distinguible de las otras. El juego consiste en lanzar la taba diferente al aire y mientras está en el aire coger el máximo número posible de las tabas que están en el suelo de una en una y luego coger la arrojada al aire antes de que toque el suelo. Hay diferentes variantes, a ver quién coge más, a ver quién las coge más deprisa (compiten uno contra otro) o a ver quién lanza menos veces la taba para cogerlas todas. Si la taba arrojada se cae al suelo o bien pierdes o bien debes volver a empezar (dependiendo del tipo de competición). Es un juego de habilidad.

Juego juvenil

Los jugadores, mínimo cuatro, se sientan en corro y cada jugador va arrojando la taba al centro por turnos y en función del resultado van sucediendo una serie de cosas:

– Si obtiene cumbre: pasa el turno. No pasa nada.
– Si obtiene valle: el guerrero ejecutará el castigo ordenado por el jefe del grakin. En general el castigo es algo físico: un pellizco, un puñetazo, un coscorrón, pero también pueden ser otro tipo de pruebas más sociales: como un beso, una canción. Siempre es el guerrero el que da la prueba al jugador que saca el valle.
– Si obtiene frente: el jugador pasa a ser el guerrero a partir de ese momento.
– Si obtiene culo: el jugador pasa a partir de ese momento a ser el jefe del grakin y dispondrá qué prueba se realizará a partir de ese momento. No puede cambiarla luego.

Todos lanzan la taba cuando llega su turno, incluyendo al guerrero y al jefe del grakin. Se puede dar el caso de que un guerrero se tenga que golpear a sí mismo o que tenga que golpear al jefe del grakin.

Este juego no reviste mucha habilidad, pero si cierta resistencia al dolor.

Juego adulto

Se trazarán dos rayas en el suelo a unas tres varas o pasos de distancia. El lanzador (llamado cazador) se colocará detrás de una línea, elegirá a un rival (llamado presa) antes de lanzar la taba y la arrojará; debe caer tras la segunda línea para considerarse un lanzamiento válido. En función del resultado cada uno de los jugadores cogerá una piedra (llamadas piezas) de un montón (o rebaño) preparado antes de la partida.

– Cumbre: el cazador coge una piedra.
– Valle: la presa coge una piedra.
– Frente: el cazador deja una piedra (si tiene) y cede el puesto de cazador a la presa.
– Culo: todos los jugadores, menos el cazador y la presa cogen piedra.

La partida termina cuando se acaba el rebaño y gana aquel que tiene más piezas, más piedras. Las partidas de tabas adultas son, en realidad, un juego de azar y como tales suelen incluir algunas apuestas.

La elección del primer cazador, la primera persona que empieza a lanzar y tiene más posibilidades de obtener piezas desde el principio, no es un tema sencillo. Las reglas de cortesía estipulan que el extranjero, si lo hay, empiece primero, pero tampoco es raro que cada jugador lance varias tabas y sea el primer lanzador quién consiga la tirada más alta (culo gana a frente, este a valle y este a cumbre).

Eriloe – La Esencia Fundamental

Acérquese el iniciado con la cabeza gacha y la mente despierta, puesto que los grandes secretos que han de ser iluminados deben ser recibidos con humildad y perspicacia.

Con este párrafo empieza uno de los más conocidos volúmenes de saber arcano. La Esencia Fundamental es el título de un libro escrito en el 1390 por Tildar Admus Sigue leyendo

Pangea – Adhesivo de cedro

Los tikkis aseguran que son los descubridores de las propiedades de este adhesivo que elaboran a partir de la corteza del cedro. Sin embargo, no sería la primera vez que se apropian del descubrimiento de otras especies y para muchos mendwan, el adhesivo de cedro es un descubrimiento realizado por sus propios chamanes. Aunque si preguntas a los más ancianos, te dirán que el adhesivo ya se utilizaba mucho antes de sus padres, y de los padres de sus padres y que es probable que fuera de las gentes que vivieron en Pangea, antes que las especies actuales.

Cedro

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Pangea – Cuenco del anciano

Cuenco del anciano

Si se exceptúan las toscas piezas líticas que usan para para tallas sus estatuas rituales, los gruba apenas emplean herramientas o útiles de cualesquier tipo. En realidad, necesitan muy pocos utensilios y apenas han desarrollado la artesanía más elemental. Afilan toscas lanzas de madera que emplean en las contadas ocasiones en que escogen no pelear cuerpo a cuerpo, y tallan ídolos de piedra que representan la fertilidad de sus hembras, pero eso es todo. Excepcionalmente, tres o cuatro grubas se acercan a un grakin y llevan a cabo trueques para conseguir las herramientas que Sigue leyendo

Rol Negro – Brazalete del hombre afortunado

Desde tiempos antiguos un objeto con mística propiedades se convierte en parte indisoluble de su persona anfitriona mientras esta viva. Como una rémora a un tiburón, se aferra al brazo, adaptándose como un guante al tamaño de su muñeca, mientras va ejerciendo su ¿bendición? en el individuo. Sigue leyendo