La enfermedad del mordisco negro afecta a todas las especies de sangre caliente (no se conocen casos entre los h´sar o los gruba) y afecta tanto a seres inteligentes como a animales. Se manifiesta en la piel del afectado como pequeños círculos, ligeramente ovalados, donde la piel se vuelve negra. Las llagas recuerdan a mordiscos o besos y de ahí su nombre. La creencia más firme es que se trata de espíritus que se están alimentando (si las heridas son rojizas) o se han alimentado (si las heridas son negras) del enfermo. Los chamanes creen que los espíritus hambrientos (así los llaman) habitan en regiones concretas de Pangea y algunas de ellas están señalizadas con tótems y advertencias. Dicen que andar por esas zonas es una invitación a ser atacado por esta enfermedad.
La enfermedad no ataca directamente sino que pasarán bastantes días hasta que la víctima presente algún síntoma. Esto hace difícil identificar las zonas peligrosas para que los chamanes las marquen. En la zona afectada se formará una especie de ampolla que puede pasar desapercibida en las criaturas con mucho vello. Al cabo de unos días se seca y se cae dejando un agujero sonrosado conocido como el beso del espíritu. Este agujero se agranda posteriormente y se vuelve negro con los días tomando la característica forma de un mordisco. Sigue leyendo