Editorial

Quería haber empezado esta editorial diciendo que era la primera editorial que escribía desde el nuevo local sombrío, pero me temo que tendremos que esperar al siguiente número para hacer eso realidad. Ya está todo preparado para la mudanza final, pero no hemos coincidido los porteadores con los transportes (un problema logístico que ha derrotado a ejércitos más poderosos que el nuestro). Confieso, también, que he tenido cierto respeto (léase temor) a cambiar de lugar de trabajo en medio de la semana de la revista por si había problemas; por eso no he puesto mucho empeño, pero esa excusa se ha terminado ya si estás leyendo estas líneas. En diciembre estaremos en nuestro nuevo sótano y todo será diferente.

La Sombra lo sabe.