Los aioll han desarrollado un nuevo bioartilugio que le ha devuelto la calidad de vida que habían perdido las personas afectadas de lesiones medulares.
Es un aparato que se conecta a la columna vertebral y devuelve las conexiones nerviosas destrozadas. Esto permite que el usuario recupere la movilidad en brazos y piernas y recuperar todas las sensaciones perdidas.
El mecanismo en sí es un enorme ciempiés (los aioll les llaman «adaptadores nerviosos», pero la población humana los ha bautizado, como tantas otras cosas, con un nombre más realista) de una longitud de uno a dos metros con unas patas acabadas en punta. Estas patas están huecas y cuando se clavan en la columna extienden unos zarcillos nerviosos que ayudan al usuario a recuperar su movilidad.
Se rumorea que los aioll aprovechan para inocular unas bacterias que hacen sensibles y dóciles a las manipulaciones de esta raza a los usuarios del adaptador. Los aioll lo niegan vehementemente y han iniciado una campaña masiva y gratuita para ayudar al mayor número de personas de su nación. Sigue leyendo