El runrún

No ha sido hoy un día muy productivo, al menos no tan productivo como yo calculé. Cierto es que he podido hacer algunas cosas de contabilidad, leer algo de documentación, escribir un artículo para la revista Desde el Sótano e, incluso, he podido ir a comprar algunas cosas de papelería que hacían falta, pero no he acabado contento con el trabajo realizado. Tengo un defecto (más de uno), pero en lo que a esto atañe, uno. Cuando tengo pendiente alguna cosa creativa, una decisión que afectará a desarrollos posteriores, mi cabeza le da vueltas y vueltas y da igual lo que esté haciendo, mis pensamientos siempre terminan pensando en las posibilidades; hasta que no tomo una decisión firme, convencida, no puedo dejar de tener eso en la cabeza. Un maldito runrún que es uno de los mayores enemigos de mi productividad.

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Volviendo a la rutina

Primero de septiembre, lunes y haciendo un esfuerzo por no cantar aquella canción de «¿quién me ha robado el mes de abril?» con agosto como mes. A través de la ventana oigo los petardos y las tamborradas (que suenan como cañones alemanes en Polonia), pero no dejo que me desconcentren… mucho. No, no pienso en los panzer I recorriendo Polonia hace 75 años; no, no pienso en el bombardeo de Danzing… no mucho.

Bromas a parte, ha sido un día bastante fructífero. He hecho unos mejoras en el proceso de gestión de la revista (que espero que nos faciliten un poco las cosas) y he recibido (y escrito) algunos artículos para la revista. Sí, aún falta mucho, pero el toro de septiembre tiene muy mala fama y te pilla si no estás avispado. Sigue leyendo

Mejorando la semana

El lunes empezó bastante mal. Me desperté sin correo y sin saber el motivo. Es increíble la cantidad de cosas que no parecen depender del correo, pero que sí te afectan. Fue un día raro, desconcertante y algo loco. Lo bueno, la visita de uno de nuestros colaboradores y la reunión que mantuvimos con gran intercambio de ideas. Inyecciones de esas vienen bien de vez en cuando. Sigue leyendo

Maldito catarro

Llevo unos días acatarrado (semanas me apuntan por aquí). No he tenido fiebre (mucha) ni las molestias habituales de estos casos, pero no he dejado de toser un día tras otro. Es un mal recurrente, me temo. Lo mejor, y el motivo de mi comentario, es que los redactores de Desde el Sótano se han enterado de mis dolencias y se han puesto con la revista al 200%. El caso es que dos días antes de su publicación tenemos un 50% más de artículos de los necesarios. Sé que no lo digo muy a menudo, pero tenemos un equipo de gente que no nos merecemos. Sigue leyendo

Comandos reloaded

Ha sido un día bastante productivo. Cuando he preparado los pedidos, era jueves, he descubierto que nos quedaban muy pocos Comandos y rápidamente he llamado a la imprenta y he encargado una nueva tanda. Me encanta cuando pasan estas cosas. Debería estar más atento a los avisos del programa de almacén (lo ignoro bastante, me temo) y por eso me llevo estos disgustos. El de la imprenta se ha portado genial y me asegura que para final de mes tendremos la nueva tanda. La fecha era importante porque estamos preparando una sorpresa para el 70 aniversario del Día D.

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Contento y triste

Confieso que no me gustan los «Días de…». No niego su utilidad y su capacidad para llamar la atención sobre un tema en concreto, pero siempre me pregunto quién los decide y porqué. Hoy, por lo visto, era el día para reivindicar los ebook sin DRM. A mí me parece una reivindicación interesante, aunque creo que es mejor predicar con el ejemplo y no sacar cosas con DRM. La mayoría de las editoriales de rol que publican pdf en España lo hacen sin DRM. Me parece mucha mejor reivindicación para la difusión de la cultura que dedicarle un día a decir que no quieres DRM. Sirva este párrafo para mi reconocimiento, en este día, a esas editoriales y para comentar que nosotros vamos a sacar los ebook sin DRM. Ya dije en su día que la plataforma con la que estamos trabajando me había convencido por una serie de temas que en otras plataformas me habían echado para atrás. El DRM es uno de estos temas.

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Ampliando Exo

Comentaba hace unos días que estaba dándole vueltas a iniciar un proyecto de publicaciones en ebook. Esta semana ha sido una semana de trabajo intenso, ya que la idea que rondaba mi cabeza fue bien acogida en el sótano y eso hizo que me concentrara en darle el pistoletazo de salida. Es lo que he estado haciendo, aunque los días de fiesta y otras obligaciones no han ayudado nada.

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Largos puentes

Acabé agotado de la última revista. No tanto por la revista, que volvió a funcionar como una maquinaria bien engrasada, sino por el resto de cosas que hubo que presentar o entregar esos mismos días. Por fortuna, hubo varios días de descanso justo después. El problema de tener tanto tiempo libre es que empiezo a hacer planes y planes en los planes y al final, claro, acabas con más proyectos entre manos. Sigue leyendo

Cambios Internos

Cuando publico el anuncio de la salida de una nueva revista, normalmente empiezo por nuestra web y luego voy publicando los anuncios en las redes sociales, listas de correo y web varias. Siempre me dejaba el propio blog de la revista para el final y, a veces, se me olvidaba. El mes pasado, para evitar esto, empecé por el blog de la revista y descubrí que tenía instalados unos preciosos botones que me hicieron muy fácil publicarlo en algunas redes sociales (todas menos Google Plus que es un poco especial) y entonces pensé. Si actualizara automáticamente la web, sería estupendo. Sigue leyendo

Sombra #70

Intento retomar de nuevo la sana tarea de escribir este diario de producción. Quería haberlo hecho antes, pero hubo un cambio de ordenador entre medias que ha provocado más de un dolor de cabeza. El ordenador antiguo con el que trabajaba era, realmente, muy antiguo y algunos programas que utilizaba han desaparecido (o ya nadie se ha molestado en hacerlos compatibles con los nuevos sistemas operativos). Culpa mía (o de mi bolsillo) por haber permitido que pasara tanto tiempo. Es increíble la cantidad de detalles que «programas» en tu ordenador y que echas de menos al trabajar en otro. Recordar cómo hiciste para que determinado directorio sea el predeterminado o que determinadas cosas estén en un lado u otro de la pantalla lleva más tiempo del que imaginaste. Sigue leyendo