Autor: Sergio Jurado

De cómo Piriggal se ganó su nombre
Hace muchos, muchos años, nació en Akkad la primera mula, hijo de una yegua y un asno. Era un animal extraño, terco y, por encima de todo, demasiado inteligente para trabajar sin protestar, igual que hacían sus padres. A la menor ocasión se escabullía de su amo o lo lanzaba al suelo si intentaba montarlo. Sigue leyendo