Pangea – El enemigo dentro

Los personajes forman parte de una caravana de comerciantes. Pueden ser la escolta, viajeros que prefieren recorrer este tramo del camino en compañía o los propios comerciantes. También podrían ser alguno de los esclavos encargados de las tareas más duras. No es necesario que todos los personajes pertenezcan al mismo grupo y si no es parte de tu campaña quizás sea lo mejor para que haya más variedad. La opción de la escolta o de los pasajeros es la mejor si quieres unir esta partida a una campaña que estés jugando.

Tampoco damos una localización exacta del grakin de salida, aunque el destino es Narava, al norte, siguiendo el curso del río Púrpura. De todas formas, puedes ubicarla donde desees. El terreno no será difícil (pantanos, desiertos o montañas), aunque no es necesario que sea sencillo como una gran llanura. Es una zona habitada por mendwan y la mayoría de la caravana lo será.

El camino seguirá el curso de un río, aunque no pegado a él sino a algunos pasos, suficientes para perderlo de vista en ocasiones. Dormir cerca de los ríos no es una buena idea en Pangea porque las orillas son lugares de depredadores. Sigue leyendo

Pangea – Enfriamiento mortal

Epidemiología y Etiología

En Pangea muchas enfermedades reciben el nombre de enfriamiento, siendo la más común el conocido catarro invernal, pero en este artículo haremos referencia al enfriamiento que puede acabar con la vida del paciente. Los más ancianos aseguran que el enfriamiento mortal es consecuencia de la entrada de un espíritu del frío en el paciente. Expulsa todo el calor de la víctima y acaba con su vida. El ser del frío también muere en el proceso. Al parecer quedan atrapados en el interior y no pueden salir.

Sintomatología

El paciente presentará un periodo previo de enfriamiento más benigno acompañado de mucosidad y tos. Es el periodo en el que el espíritu del frío está intentando salir y si no lo consigue se iniciará realmente la enfermedad.

Si no lo consigue, vendrán las fiebres altas y al paciente le costará respirar cada vez más. La respiración será al principio seca y cavernosa, pero, poco a poco, se irán oyendo más y más fluidos como si el espíritu se estuviera licuando en el interior del paciente. Cada vez se respirará más deprisa, aunque el paciente notará que le falta el aire. Sigue leyendo

Pangea – Las cubetas dwaldur

La fabricación del hierro con el que los dwaldur hacen sus armas y objetos es uno de los mayores secretos de esta raza, pero, al parecer, no les importa que se conozca uno de los instrumentos que utilizan para su elaboración: las cubetas dwaldur. También es cierto que se utilizan para otras muchas cosas y que incluso hay chamanes de otras razas que las utilizan.

Las cubetas dwaldur son dos cubos de diferente tamaño donde el pequeño encaja en el grande y deja una separación con el mayor. Esta separación, la distancia, no es importante y depende más del modelo y de la forma de fabricación de la cubeta. Algunas están talladas en piedra, otras en madera y algunas están hechas de arcillas secadas al sol.

Los dwaldur suelen ser bastante pragmáticos con las cubetas y no las adornan, pero los chamanes sí pueden incluir algunos adornos geométricos o naturales en la parte exterior de ambos cubos.

Las cubetas se utilizan para distinguir el material que compone una piedra (u otro objeto). Para ello, se llena el cubo interior de agua hasta que esta queda al ras con el borde, se pesa la piedra y se introduce en el agua del segundo cubo con cuidado de no salpicar. En función del peso y del agua derramada en el cubo más grande, los maestros artesanos dwaldur pueden conocer la composición de la piedra y saber si será buena para trabajarla o no. Sigue leyendo

Pangea – 3×03 – La noche corta

Dicen que el Wukran camina por la tierra en las noches cortas del verano. Dicen que lo hace porque es cuando menos se le espera, cuando la gente cree que está más protegida y es por esa creencia que muchos caen bajo su embrujo. La locura de las noches cortas del verano afecta a bestias, a esclavos y a seres libres.

Se empieza durmiendo mal, con sueños ligeros, llenos de pesadillas, que están alimentados por las historias que se cuentan al abrigo del anochecer y fortalecidos por el cansancio de las largas caminatas. El zumbido de los mosquitos no deja dormir y sus picaduras hacen del día una tortura de picores y alivios más o menos inefectivos.

El mal dormir, el mal descansar, afectan pronto a los humores y las palabras se responden con frases cortas o con gruñidos y cosas que hubieran resultado indiferentes se responden con malos gestos. Es ahí cuando el Wukran empieza a hacer efecto y cuando cualquier nimiedad se convierte en una ofensa.

Dicen las leyendas que la caravana del Lobo fue afectada en una ocasión por dicho mal camino del desierto. El Lobo hacía guardia en medio de camino, malhumorado, molesto y aferraba su lanza hasta blanquear sus nudillos. Y entonces, en el momento más oscuro de la noche apareció un anciano que vestía viejas pieles que parecían a punto de caerse y se apoyaba en un cayado de retorcida madera ennegrecida por el uso. Sus manos tenían dedos largos con las articulaciones muy marcadas; sus uñas desconocían el agua. Y el anciano miró al Lobo con media sonrisa que dejaba ver sus dedos amarillentos. Sus pupilas parecían no tener párpados y le miraron como si pudieran atravesar y capturar su espíritu. Ojos rojos que reflejaban las llamas de fuegos inexistentes. Sigue leyendo

Pangea – La planta Bumbum

La planta bumbum, de la familia bella pennenis

La Bella Perenne es una planta que florece casi todo el año y que tiene una flor parecida a la margarita, pero con más pétalos y más delgados. Existe una variante en Pangea conocida como Bella Explosiva o, simplemente, planta bumbum.

Se trata de una planta rastrera que cubre amplias extensiones de terreno varias varas de lado con un tupido follaje verde y flores de color anaranjado. Por el color de sus flores es como se la distingue de la planta común que suele tenerlas blancas, a veces rosas. La flor se convierte en un fruto de color negro con unos pelos de color naranja similares al melocotón, pero más largos. Son un poco urticantes, pero nadie los notas porque el verdadero peligro de toar los pelos es que provoca la reacción del fruto y éste explota. Los habitantes de Pangea desconocen qué es lo que hace que el fruto estalle, pero los chamanes especulan con la posibilidad de que almacene agua o aire. Sigue leyendo

Pangea – 3×02 – El Caminante

Viajar solo por Pangea es una temeridad. Lo más fácil es que algún depredador acabe con tu vida mientras duermes o mientras transitas por algún lugar peligroso, también puedes ser víctima de un accidente y que nadie te socorra o que algún grupo desaprensivo acabe con tu vida. Un viajero solitario se esconde, se esconde por su vida. Es muy raro verlos por los caminos y las caravanas, cuando esto ocurre, se ponen inmediatamente en guardia: quizás sea una añagaza para atacarlos cuando se confíen o, peor aún, quizás sea un engendro del Wukran dispuesto a devorarlos.

La caravana del Lobo se detuvo cuando descubrieron a aquel mendwan haciéndoles señales en mitad del camino. Todos adoptaron posiciones defensivas en torno a las bestias de carga, incluso los esclavos agarraron palos para defenderse y defender la carga. El último ataque, nada más salir del refugio de invierno, había sido realmente duro. El líder de la caravana se adelantó unos pasos y, sabiéndose cubierto por Aarthalas, hizo señal al viajero para que se acercara. Sigue leyendo

Pangea – 3×01 — Refugio de invierno

—Deberíais quedaros unos días más —dice un anciano jefe del grakin esperanzado por contar con la ayuda de la caravana.

—Las bestias de carga y los esclavos están engordando. No es bueno que ellos engorden y nuestras reservas se vayan reduciendo.

—Algunas cosas nuestras lleváis.

—Y por eso mismo debemos partir antes de que las echéis de menos —y ambos rieron.

El jefe se dio por vencido.

—Intenta no tardar tanto la próxima vez.

—Así lo haré.

Y aquella respuesta fue suficiente.

En esa fría mañana de finales de invierno, la caravana del Lobo se puso en marcha con pereza, como intentando romper la escarcha que se había acumulado en los huesos. Aarthalas abrió camino con pequeños saltos, contenta de salir de una vez de un lugar civilizado o quizás porque sabía que pasarían cerca de las tierras donde vive su gente. Kel no está contento porque para él ha sido una época de descanso y reposo bien ganada. A diferencia de Slissu que no va a echar de menos a esa gente que le miraba como si fuera un víbora rezumando veneno. Sigue leyendo

Pangea – La mano de cuentas

La mano de cuentas es un instrumento que algunos chamanes de Tamora y alrededores utilizan para contar. Se trata de la rama de un árbol, en especial de madera dura, que ha crecido formando cinco ramificaciones o dedos. Los chamanes guían a la rama para que crezca de esta forma durante mucho tiempo; pinzan sus gemas, cortan sus hojas, quiebran las ramas en exceso. Solo cuando el tamaño es el adecuado, separan la rama del árbol y la dejan secar.

Por otro lado preparan las cuentas. Puede ser huesos cortados transversalmente como monedas, conchas, huesos de frutas o estar hechas con arcilla reseca al sol. Lo normal es que todas las cuencas sean del mismo material, aunque no tienen que ser todas iguales, pueden estar coloreadas o talladas de las formas más diversas. Lo que sí tienen todas las cuentas es un agujero que les permite entrar en las cinco pequeñas ramas que forman la mano de madera.

El uso de la mano de cuentas es muy sencillo. El chamán (o cualquier usuario) añade cuentas a cada una de las ramas cada vez que quiere contar algo. El secreto es no añadir una segunda cuenta en la primera rama hasta que todas las ramas no tienen una primera cuenta. Al finalizar la cuenta, el chamán solo tiene que contar la rama con menos cuenta para saber el número de manos contadas y contar el número de ramas con mayor número de cuentas para saber cuántas hay además de las manos. Se dice que algunos chamanes utilizan cuentas de diferentes colores para contar manos de manos (quitan todas las cuentas y añaden una de otro color a la primera rama para seguir contando. Pero los cuentos más increíbles señalan que los más habilidosos pueden sumar cuentas diferentes o restarlas gracias a esta ingeniosa herramienta de medida. En algunas ferias tikki, estos individuos suman las cifras que les va diciendo el público para admiración de todos los presentes. Sigue leyendo

Pangea – Hueso de la vinkana

En las chozas y cuevas de los chamanes no es raro encontrar un hueso largo con diferentes hendiduras y zarcillos atados en ellas. Suele tratarse de un fémur, pero si el animal es especialmente grande, puedes otros huesos de las extremidades. Sobre el hueso se realizan una serie de marcas, no muy profundas, que se reparten a partes iguales, de forma aproximada, desde la parte más gruesa del hueso de un lateral hasta la otra. Hay más de una mano de manos de hendiduras y la que queda en el centro suele estar pintada de color rojo o negro. Algunos huesos de la vinkana están más decorados, pero son la excepción. Trabajo de chamanes con tiempo libre.

Cada noche que pasa, el chamán (en realidad, alguno de sus ayudantes) ata un zarcillo verde a una de las hendiduras, de izquierda a derecha. La noche siguiente a la última, lo que hace es cortarlas todas y dejar la primera. Esta, la primera, suele ser una cuerda trenzada y adornada porque nunca se quita del hueso.

Los chamanes hacen esto para controlar el ciclo nocturno y saber cuándo será la próxima vinkana (la noche de más luminosidad). Esa noche es la que la cuerda del hueso está sola en el mismo. Cuando las ataduras llegan a la hendidura central marcada de negro o rojo, es la morkana, la noche más oscura. Sigue leyendo

Pangea – Podón de chamán

Podón de chamán, probablemente dwandir o una copia moderna

En algunos pueblos llaman guadaña al podón de chamán, pero este segundo nombre es el más popular entre los chamanes ya que es una herramienta que se utiliza para podar o recolectar en altura. Su fabricación es sencilla: una piedra de sílex afilada se une formando ángulo con un palo de madera largo, de unas dos varas. La unión de la piedra y la vara varía en función de la región y la raza; desde atados de cuerda hasta agujeros que atraviesan la piedra y que mantienen la unión mediante calzas. Los chamanes dwaldur tienen podones con la cabeza de hierro. Ellos sí llaman guadañas a sus herramientas.

El podón es un objeto diseñado para la recolección. De ahí que su filo esté hacia dentro y no hacia fuera. El chamán hace pasar el podón al otro lado de la hoja, flor, rama, fruto o lo que desee recoger, encaja la piedra junto a ello y tira para cortarlo. Sigue leyendo