Número: 239.     4ª época.     Año XXII     ISSN: 1989-6289

239 > Ambientación > Operaciones > Operación K (CdG). Por: Juan Carlos Herreros Lucas

 

Operación K

Los japoneses no nombraban sus operaciones pensando en el futuro marketing; el resto tampoco, pero "Overload", "Crusader", "Citadelle" y similares tienen más gancho que operación X u operación K (de la que hablaremos hoy).

En diciembre de 1941, la flota japonesa realizó un ataque sobre las islas Hawái y, en concreto, sobre la base naval de Pearl Harbour. Aquello provocó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y no fue el golpe definitivo que debiera haber sido. La base había quedado dañada y la capacidad estadounidense de operar en el Pacífico quedó reducida, pero ¿cuánto, cuánto tiempo?

Un H8K en la pista. Foto de dominio público

Por otro lado, la Armada Imperial Japonesa estudiaba las posibilidades estratégicas de un modelo de avión: el H8K. Se trata de una hidrocanoa de largo alcance. [Nota: las hidrocanoas son los aviones con el fuselaje inferior en forma de barco; a diferencia de los hidroaviones que son aviones con patines o flotadores]. Se barajaron diversos objetivos (California o Texas) sobre los que realizar bombardeos, pero dada la necesidad de conocer el estado real de la base estadounidense en Hawái, se asignó la isla como objetivo y se añadió a la misión el objetivo de reconocimiento, además del de bombardeo. Así nació la operación K donde además de probar la capacidad del bombardeo de largo alcance con los H8K se buscaba conocer el verdadero estado de la base y su capacidad de participar en los siguientes meses de la guerra.

La misión se planificó para cinco H8K que volarían desde las Marshall hasta las cercanías del objetivo (a Mokupapapa, unas islas a sotavento de Hawái), allí amerizarían y repostarían combustible desde submarinos, volarían para realizar su misión y volverían a destino. La operación ya incluía la posibilidad de repetir el plan en varias ocasiones si era necesario.

Antes de que ocurriera el ataque, las comunicaciones japonesas habían sido interceptadas y decodificadas. Los estadounidenses sabían que los japoneses venían, pero como pasara en diciembre del 1941, no se les dio la suficiente importancia. Sin embargo, algunas medidas de protección adicionales se realizaban en las islas como consecuencia del ataque previo.

De los cinco aviones previstos, solo despegaron dos (el resto no estaban aún disponibles) el 4 de marzo de 1942. El teniente Hisao Hashizume pilotaba uno y el alférez Shosuke Sasao pilotaba el otro. Se los cargó con cuatro bombas de 250 kg para que bombardearan el "ten-ten" un muelle de la base naval que recibía ese nombre por su longitud (1.010 pies, unos 308 metros). Partieron de Wotje (en las Marshall) en un trayecto de 1900 millas hasta su punto de repostaje.

Y aquí empezaron las complicaciones. El submarino I-23 debía estar en la zona del objetivo informando del tiempo y en previsión de que los hidroaviones fueran derribados para recoger a la tripulación, pero el submarino no apareció. Había informado de su llegada a destino, pero no se supo nada más de él. Tampoco informó de un ataque estadounidenses. Desapareció. Los dos hidroaviones repostaron y se dirigieron a Ohahu (a unas 500 millas) sin conocimiento del tiempo que había que era, por otra parte, muy malo.

Los estadounidenses habían detectado la aproximación de los dos aviones gracias al radar y enviaron contra ellos a varios cazas P-40 y también enviaron PBY Catalina (otro hidroavión) en busca de los portaaviones. La Armada de Estados Unidos creía que toda la operación debía haber comenzado con portaaviones (ellos hicieron algo parecido con Japón); nunca se plantearon que los aviones podían llegar volando. Los catalinas no tuvieron éxito en su misión de búsqueda (nada había que encontrar) y los P-40, debido al mal tiempo, tampoco localizaron a los aviones japoneses.

El mismo mal tiempo que les escondía de los interceptores, les impedía ver la isla y orientarse. También hizo que se perdieran de vista uno al otro y atacaron por separado. Uno de los H8K lanzó sus bombas contra la ladera del monte Tantalus cerca de las 2:10 horas de la madrugada (hora local). Cayeron cerca de un instituto, pero sin víctimas (solo unos enormes cráteres). Las bombas del otro avión cayeron sobre el mar. Ambos giraron al suroeste y se dirigieron a las islas Marshall (su punto de partida).

La operación K fue agotadora para las tripulaciones (demasiadas horas de vuelo) y bastante frustrante al no haber alcanzado su objetivo. Se había previsto una segunda operación para el 6 o 7 de marzo, pero se tuvo que abortar al estar averiado uno de los H8K (y no haber recibido más). Las tripulaciones tampoco estaban frescas. Se intentó repetir la operación el 30 de mayo, pero las circunstancias habían cambiado porque los Estados Unidos, aprendida la lección, patrullaban la zona de repostaje.

En las islas Hawái, el ataque hizo volver a los habitantes el temor de una invasión japonesa, pero con el tiempo, hasta este efecto se fue disipando.

Fracasadas las operaciones K, los japoneses recurrieron a una línea de submarinos frente a la base estadounidenses para informar de los movimientos de la marina enemiga, pero se desplegaron el 3 de Junio, tarde para informar de la salida de la flota hacia la batalla de Midway.