Número: 236. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Semilla de aventura para EXO
Como bien se sabe, el Arrecife, el cinturón de asteroides exterior del sistema Aruba (21742 ) se haya en plena ebullición de tantas empresas de prospección y empresarios independientes que quieren explotar los recursos mineros que se encuentras en sus asteroides y, de paso, enriquecerse lo más rápido posible. Tiene el inconfundible sabor de "zona de frontera" y en esta se puede afirmar sin equivocarse que cualquier negocio es posible. Todas las corporaciones van a lo suyo y no se inmiscuyen en los tratos de las otras y no dejan lugar a dudas de que en sus negocios no mete las narices nadie.
En uno de estos asteroides una compañía minera no muy grande se dedica a explotar recursos en una serie de minas interconectadas entre sí. Ofrecen trabajo peligroso por un precio bajo. La lógica dictaría que tendrían que tener dificultades para encontrar mano de obra, pero ya se sabe que la gente necesitada se agarra a cualquier trabajo con tal de poder subsistir una temporada más.
En su afán por ganar el máximo dinero posible invirtiendo el mínimo indispensable, hace tiempo que "alquilan" partes de sus instalaciones para que grupos o gobiernos con turbias intenciones "relocalicen" a personal que les es incómodo o un peligro para su existencia. Envían a sus minas a peligrosos delincuentes como si fueran prisiones con trabajos forzados, o a disidentes díscolos, tal como si de gulags se tratasen, también afectos a trabajos forzosos.
En estos casos, en lugar de pagar a las personas, reciben una cantidad durante el tiempo que se supone deben de estar "castigados". Ganan dinero con la transacción y además los utilizan para trabajos en las galerías, teniendo beneficio por lo extraído por estos. Llevan una mala vida, pero como tienen su valor en lo que se recibe por ellos y en lo que extraen, son tratados lo justo para que no la pierdan.
Algunas veces, por interés de quien los ha enviado, si ya la propia existencia del "penado" puede llegar a ser una carga, existe la posibilidad de hacer un pago acorde para que el "reo" deje ya de sufrir una vida de miseria y pueda "descansar en paz".
En el caso que nos ocupa, la mesa de juego recibe el encargo de infiltrarse en este satélite y extraer, con vida, a una de las personas que han sido castigadas llevándolas allí. Dejamos a la dirección determinar el tipo de grupo, sea militar, mercenarios o cualquier otro, y el porqué del encargo, desde un rescate básicamente hasta por intereses por recuperar conocimientos que atesora el prisionero.