Número: 235. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Siempre sabes que puede ocurrir una catástrofe. No puedes vivir con miedo, pero sabes que está ahí, da igual dónde vivas: un terremoto, un volcán, una inundación. Ocurren; y ni siquiera te vale ser paranoico y vivir en un búnker o ser precavido y tenerlo todo asegurado. Si llega, llega.
Y puede llegar y salir indemne, aunque aún no te lo explicas. Y entonces empiezas a darle vueltas a lo que podría haber ocurrido. Y eres paranoico y tienes todo en alto, pero tan alto no y te imaginas cómo lo podrías haber gestionado y sabes que no podrías y que sería el fin. Y es entonces cuando te das cuenta que ese fin que has evitado, es el mismo de muchos que te rodean. Caras largas, ojos tristes, botas embarradas. Es entonces cuando el corazón se te rompe.
Pero siempre hay una luz, siempre. La respuesta de la gente ha sido maravillosa. Un poco desorganizada (no miramos a nadie), pero generosa, enorme y con el poder de congraciarte con la especie humana. Este número de la revista se lo dedicamos a todos ellos.