Número: 214. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
El paso del centauro es bien conocido por su altura y dificultad, en especial si se cruza por su estrecho camino con animales de monta. Aunque ya no quedan centauros en el lugar se dice que aquel camino fue abierto por uno de ellos, de ahí su nombre. Al otro lado del paso hay una pequeña aldea, de apenas medio centenar de habitantes, donde malviven entre los riscos montañosos de los Dientes de Paula, cerca del enclave minero de Ohdrein [03743 ].
Este invierno ha empezado con fuerza y la nieve ya cae con intensidad cubriéndolo todo. Sin embargo algo más ha puesto patas arriba la tranquilidad de esta aldea de ganaderos. Un reciente temblor de tierras ha provocado varios derrumbes en la zona, uno de ellos en la parte más alta de las montañas, descubriendo un antiguo sistema de cuevas que llevaba siglos cerrado. Desde entonces varios pastores han encontrado reses muertas, incluso uno de ellos asegura haber sido atacado por un bestia monstruosa de aspecto feroz y largo pelaje blanco.
Decididos a terminar con el problema están buscando a un grupo de aventureros que se introduzca en la gruta y acabe con cualquier amenaza que allí encuentre. Lo que ignoran es que el temblor ha sido provocado por Terus, un muchacho del pueblo que encontró un viejo grimorio entre cajas llenas de polvo en el granero de su abuelo. Desde entonces ha estado leyéndolo y experimentando con el, y sin querer ha activado un hechizo de invocación llamando a criaturas que hacía mucho tiempo que se extinguieron (son incluso anteriores al alzamiento hacia el cielo de las tierras de Eriloe). Si nadie le para los pies es posible que continúe con sus experimentos, y viendo el potencial que tiene ¿quién sabe que mal podría llegar a provocar?