Número: 197. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Con la modernización y expansión del ejercito soviético, se hizo patente que para las nuevas piezas de artillería pesada sería necesario adoptar vehículos de mayor potencia, y con mejor capacidad todoterreno. En esta fase de diseño, tambien se planteó que estos nuevos vehículos se empleasen para recuperar vehículos dañados.
Es aquí cuando entran en la historia dos tanques que no verían combate.
Los T-12 y T-24 fueron dos diseños de tanques medios que buscaban mejorar los carros soviéticos existentes en los años 20, la familia de los T-18.
La oficina de diseño de la Factoría de Locomotoras de Kharkov (KhPZ) comenzó los trabajos en 1928 con el T-12, que era una versión de mayor tamaño del T-18 (que a su vez derivaba del Renault FT). El proyecto fue un fracaso, y se decidió suspenderlo, aprovechando las partes útiles en un nuevo diseño, el T-24. Tras producir 25 unidades, se comprobó que el diseño estaba plagado de fallos, algunos de los cuales se habían ocultado durante la fase de diseño para proseguir con el programa.
Los T-24 terminados, muy poco fiables mecánicamente, se emplearían unicamente para tareas de entrenamiento y propagandísticas. No obstante, a pesar del rotundo fracaso del proyecto, se aprendieron valiosas lecciones en cuanto al proceso de diseño y producción de tanques. Así, se creo un gabinete u oficina técnica que trabajaría exclusivamente en la linea de tanques, lo que le mantendría a salvo de las injerencias que causaron algunos de los problemas del T-12, la Kharkiv Morozov, y que aplicaría las lecciones aprendidas en los tanques BT.
Tras la reorganización interna de la KhPZ y sus equipos de diseño, parte de sus ingenieros se dedicaron a trabajar para cumplir con el requisito de un nuevo tractor de artillería. Para tener cuanto antes el dieño, decidieron aprovechar la suspensión del T-24, sobre la cual montaron la carrocería del camión ZiS-5, dando por resultado el tractor Komintern (llamado asó como homenaje a la organización comunista internacional, fundada por iniciativa de Lenin).
El Komintern se construyo en dos series. La primera, de 50 unidades se ensamblaron a partir de 1930 empleando la suspensión de tanques T-12 existentes en la factoria, mientras que la segunda, fabricada entre 1935 y 1941, consistente de 1798 unidades empleaba la suspension del T-24, fabricadas para la ocasión. Quitando el origen de las piezas, ambas series eran prácticamente idénticas.
Montaba un motor diesel de 132 cv, que le daba la potencia necesaria para arrastras piezas de artillería media y pesadas, como el obús B-4, que pesaba 18 toneladas, además de poder transportar 2 toneladas de carga en su caja trasera o 12 pasajeros.
A pesar de sus orígenes, dio buenos resultados, llegánose a emplear también en tareas civiles. Y aunque heredó varios de los problemas del T-12/T-24, algunos terminaron por corregirse con el tiempo, mientras que otros no se consideraron tan graves en un tractor.
Aunque fiable, consumia mucho combustible y su maniobrabilidad era reducida, por lo que la producción fue suspendida en 1940 en favor de un nuevo modelo de Kharkiv Morozov, el Voroshilovets.
Komintern desfilando con dotación de artillería
En 1935 comenzaron los trabajos del nuevo diseño de tractor, empleando también la suspensión del T-24, aunque con una nueva superestructura y el motor diésel V-2 que montaban los tanques BT-7M y T-34, aunque con su rendimiento ajustado.
Al igual que con su predecesor, se emplearon elementos de camiones Zis para la superestuctura, con una caja trasera de grandes dimensiones, en la que se podían montar 4 bancos para la dotación de las piezas de artillería. Su nombre era un homenaje a un héroe soviético de la guerra civil y ministro de defensa de los años 30, el mariscal K.E. Voroshilov.
El Voroshilovets tenia una potencia extraordinaria, ya que podía transportar 3.500 kg en su caja de carga y remolcar simultáneamente unas 18 toneladas. Por ello se le empleó como tractor para las piezas de artillería pesadas del ejercito soviético (cañones de 152mm y 210mm, obuses de 203mm y 305mm y morteros de 280mm), además de la recuperación de tanques medios y pesados del campo de batalla.
Esta notable capacidad de arrastre se veía reducida en condiciones invernales, ya que las cadenas tenían poco agarre. También daba muchos problemas la caja de cambios, era habitual que fallase tras 200-300 horas de funcionamiento. Esto provocó que muchas unidades tuvieran que ser abandonadas en las primeras fases de la guerra ante el avance de las tropas del eje.
Los Voroshilovets montaron varias plantas motrices. El más empleado fue el V-2-34 V12 de 400 cv aunque como se montaba en carros de combate, estos tenían prioridad durante la guerra, por lo que también se le instaló un motor diésel V-4 de 300 cv y de manera puntual, el M-17T de gasolina de 400 cv.
La producción comenzó en 1939 en la planta de Kharkov, que hasta la conquista alemana en 1941 de la ciudad había ensamblado 800 unidades. Poco antes de su captura, la producción se había trasladado a la fábrica de tractores de Stalingrado.
Para distinguir entre ambas producciones, los fabricados en Kharkov se denominarían KhPZ Voroshilovets, mientras que los fabricados en Stalingrado recibirían la denominación de SPZ Voroshilovets. En 1942, con los combates en la ciudad, la producción se abandono, no siendo retomada en otra planta. En total se produjeron 1123 unidades, de las que a finales de la guerra quedaban en servicio únicamente 336, y continuaron en activo hasta la década de los 50.
Durante la batalla de Moscú, se equipó en la Factoría No.8 de Podolsk a varias unidades con cañones antiaéreos 52K de 85mm para ayudar a la defensa de la ciudad. Esta conversión fue algo puntual y tras rechazar a los alemanes, volvieron a emplearse como tractores de artillería. Los alemanes convirtieron alguna unidad de manera similar, montando un montaje cuádruple Flak 38 de 20mm.
La Wehrmacht alemana, empleó todos los Voroshilovets que capturaba, baj la designación de Artillerieschlepper Stalin 607 (r). El Komintern en cambio apenas fue capturado, y sufrió pocas pérdidas (de hecho, tan pocas que los alemanes ni siquiera le asignaron una designación propia). En gran parte se debió a que a medida que era reemplazado por vehículos más modernos, se enviaban al distrito militar del Lejano Este, que solía recibir equipamiento obsoleto.
Un Voroshilovets remolcando un T-35 de 45 toneladas.
(Se indican los datos de los dos vehículos separados por una |, si solo aparece uno, es idéntico para ambos)