Número: 203.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

203 > Equipo > Vehículos > El cadillac de Franco (RN). Por: Jacobo Peña Conversa

 

El Cadillac de Franco

Cadillac Fleetwood Brougham 75 1970

En el año 2008, un vendedor privado ponía en el mercado un Cadillac Fleetwood Brougham 75, del año 1970, por 25.000 euros. La venta de un modelo clásico y lujoso ya llamaría la atención de cualquier persona aficionada a los automóviles pero en este caso se añadía el valor histórico del vehículo, así como el morbo político. Se trataba de un Cadillac adquirido en su día por el dictador Francisco Franco que, en buenas condiciones, era un caramelo para coleccionistas con dinero.

Pruebas de su antigua propiedad eran la matrícula «Servicio automovilístico del ejército», el bastidor con las siglas PO (presidential order) los detalles diferenciadores del encargo, como los asientos de tela en lugar del cuero, que se dice que a Franco no le gustaba. También se dice que no le gustaban los coches de techos altos, debido a su propia escasa altura pero lo cierto es que el Fleetwod se destaca precisamente por su alto techo forrado en vinilo.

Este es uno de los muchísimos coches oficiales del dictador, que fue adquiriendo o aceptando como regalo según las relaciones diplomáticas del país. Así, de los coches alemanes fue pasando por los españoles y los británicos pero desde luego tuvo su romance en los sesenta y setenta con la diplomacia y los coches estadounidenses.

En concreto, adquirió en total tres cadillacs de este modelo Fleetwood Brougham, uno de ellos con asientos de cuero al que añadió blindaje, para más seguridad en los desfiles oficiales; no hay que olvidar que a Franco le gustaron los coches descapotables en los desfiles hasta que vio aquello que pasó con Kennedy en Dallas.

Los otros dos Fleetwood 75 sin blindaje y con asientos de tela eran para paseos. Con la desaparición de Franco también desaparecieron los cadillacs. El blindado fue a parar al Museo del Automóvil de Salamanca y los otros dos a propietarios particulares.

En concreto este del que hablamos pasó por las manos de un general, de ahí a las de un coleccionista privado y de ahí a las de Rafael González, el líder de los Metropolitanos. A Rafael, la sensación de poder que transmite tener el vehículo de un jefe de estado, legítimo o no, le estimula y aunque lo saca poco, solo a paseos por la sierra, son los momentos en los que más y mejor disfruta de estar a solas con sus pensamientos y tomar decisiones.

Rafael solo ha hecho algunas modificaciones en el vehículo, cambiando los ceniceros por compartimentos ocultos y cambiando los cristales normales por cristales blindados de buen grosor (Factor de Protección 6).

Ni qué decir tiene que este coche es su niño mimado y poca clemencia podrían esperar de un hombre tan vengativo como Rafael quienes siquiera intentasen robarlo. Toda una aventura para el grupo que se atreviera a ello…

«Cadillac Fleetwood Brougham 75 en el Museo del automóvil de Salamanca». 2021. Fotografía de Jacobo Peña. Licencia CC-A 2.0

«Cadillac Fleetwood Brougham 75 en el Museo del automóvil de Salamanca». 2021. Fotografía de Jacobo Peña. Licencia CC-A 2.0

En 1970 Cadillac era una marca conocida por la calidad de diseño de sus vehículos y de hecho fue uno de sus mejores años en ventas, estableciendo su récord de producción. Aunque el modelo de 1970 es una versión del de 1968 se le puede considerar una mejora destinada a ser aún más exclusiva. La publicidad le llamaba «el cadillac de los cadillac».

Este modelo de vehículo viene con casi todo lo que se podría considerar lujo en la época en que fue fabricado. Los asientos pueden acomodar hasta a seis personas pero existen asientos plegables en la parte trasera que permiten añadir una fila más de asientos para hasta tres personas más. El asiento del conductor es ajustable en altura y cercanía al volante, pero no es reclinable, debido a la mampara transparente de cristal que separa la parte delantera de la trasera. Esta mampara se puede bajar o subir, así como las ventanas.

El parabrisas delantero es panorámico y el conductor disfruta de acceso a numerosos controles, incluidos los retrovisores, el aire acondicionado, la suspensión, el maletero, etc. A lo único a lo que no tiene control es a la radio, que se controla desde la parte trasera.

Los asientos plegables de la parte trasera no disponen de cinturones de seguridad ni de de buen apoyo para la espalda, mostrando que la idea era usarlos en ocasiones concretas, probablemente para personal que debiera subir a bordo por cuestiones de emergencia. Sin estos asientos, los pasajeros disponen de mucho espacio, en especial para las piernas, que tienen incluso reposapiés.

Hay ceniceros para todos (incluso para los pasajeros de los asientos plegables) y controles de temperatura también en la parte trasera, así como un par de espacios huecos con puerta corredera donde caben muy bien un teléfono móvil, unas llaves y una billetera.

«1970 Cadillac Series 75 Fleetwood Limousine». Fotografía de Sicnag 2016. Licencia CC-A 2.0

«1970 Cadillac Series 75 Fleetwood Limousine». Fotografía de Sicnag 2016. Licencia CC-A 2.0

Características Cadillac Fleetwood Brougham 75

Tipo carrocería: limusina
Número de puertas: 4 + maletero
Plazas máximas: 6 + 3
Motor: delantero; 8 cil. en V 6.3 litros, 425 cv
Transmisión: automática 4V Hydra-Matic
Largo / ancho / alto (cm): 618 / 205 / 150
Distancia entre ejes (cm): 380
Peso (kg): 2440
Consumo medio (l/100 km): 25-30
Velocidad máxima (km/h): 122
Aceleración 0-100 km/h (s): 25.8
Capacidad del depósito de combustible (l): 98,4
Precio (euros): 30.000-40.000 (usado, 80.000 km)