Número: 201. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
Leire nació en el seno de una familia con raíces nobiliarias, instalada en Cunia pero emparentada con el marquesado gallego de Mos. Aunque sus padres se ganaban el dinero trabajando (jueza ella y farmacéutico él), sus relaciones llevaron a que desde muy pequeña Leire acudiese a fiestas en las que el saber distinguir el tenedor de postre y comportarse como una señorita eran importantes. Así, una o dos veces al mes Leire sentía vivir en un mundo de príncipes y princesas; venidos a menos, pero para ella era lo mismo.
Esta balsa de aceite se derrumbó de golpe un día. Las relaciones y el dinero de sus padres tentaron a la banda de Los Latinos. Con catorce años, saliendo del instituto, Leire fue secuestrada. Los secuestradores pertenecían a la facción descontrolada y falta de honor que estaba ganando fuerza en la banda. Hasta arriba de drogas, decidieron lanzar a los padres una señal clara de que no debían avisar a la policía: el dedo anular de su hija. El dinero cambió rápidamente de manos y Leire fue liberada. Años después, moriría asesinado Don Carlos, padrino de Los Latinos. Un rumor sin confirmar dice que los padres de Leire habrían movido hilos y dinero para que los Metropolitanos ejecutaran el ajuste de cuentas.
Este suceso tuvo un lógico impacto en la personalidad de Leire. Pasó del estrés post traumático a la depresión, de la que la terapia la sacó poco a poco. Cuando salió de aquello veía el mundo de forma muy diferente. Aunque resultara chocante, había ganado en optimismo; lleno de humor agrio pero optimismo. Quería navegar la vida por sí misma. Dejó de ir a las fiestas de su familia y de dejarse tentar por la posibilidad de trabajar en la empresa de algún conocido.
El segundo año de carrera empezó a trabajar para seguir pagándose ella misma la universidad. Así fue como entró de prácticas en un laboratorio de análisis en el que la contrataron como técnica tras terminar la carrera y donde aún sigue.
Usuaria irregular de los gimnasios, en uno de ellos conoció a Jordi «Barry» Barriales. Él fue quien sugirió a Luigi y Marita usar los servicios del laboratorio donde Leire trabaja a condición de que la pusieran a ella a disposición de la agencia Mastín para cualquier trabajo de análisis que fuera necesario, incluso para consultorías puntuales. Esto ha permitido a Leire intervenir en casos de la agencia o de los Perros de caza casi como una más del equipo. El apodo de Tesla se lo puso también Barry, por ser la científica del grupo. Aunque el campo del famoso inventor serbio es muy distinto al de Leire, a esta le cayó en gracia el chaval y sus ganas de integrarla con su propio nombre en clave, así que no protestó.
Aunque la hemos descrito como optimista, podría decirse que «Tesla» es más bien realista, positivista, materialista; lo que se puede hacer, lo intenta, y no se desespera por lo imposible. Simpática y abierta, guarda todos los días un espacio para sí misma. Este espacio es más que nada un lugar en su mente al que acudir a refugiarse. Sí, la terapia la ayudó a llevar una vida normal pero en su interior el fantasma del recuerdo, aquel cuarto oscuro, aquellas amenazas, el momento de la amputación, la seguridad durante casi dos días de que iba a morir allí sola… Todo eso ha dejado una cicatriz que Leire procura cuidar cada día y de la que seguramente nace su humor negro.
Mujer de casi treinta años, delgada, de pelo oscuro con un peinado moderno que cambia cada cierto tiempo. Todos los primeros días de cada año se tiñe el pelo de algún color llamativo. Normalmente lleva poco maquillaje pero bien elegido; también se nota que suele llevar una rutina diaria de cuidado de la piel.
En general viste con ropa informal pero en la que ha gastado bastante dinero. Es el tipo de atuendo que simula juventud y rebeldía pero con la venta de su ropero podría comprarse una motocicleta de gran cilindrada. No es que le haga falta, porque ella misma ya tiene y conduce una.
Un detalle que nota mucha gente en Tesla es que casi nunca insulta o dice palabras malsonantes, fruto de su crianza entre meñiques alzados. Eso hace aún más chocante que siempre tenga un chiste negro, desacertado, para cada ocasión.
También tiene un mirar irónico, como si estuviera de vuelta de todo. En temas de ciencia tiende a tratar con condescendencia a los demás pero en general es una persona afectuosa, cálida.
Imagen de Dana Tentis (2015). Licencia Pixabay (Free commercial use, attribution not required).
CUE: 6[ADES: 6
agi: 4, coo: 5, vel: 5Infancia, Enseñanza básica (2), Enseñanza media (1), Enseñanza superior Biología (2), Aprendiza técnica de laboratorio (1), Oficio técnica de laboratorio (1)