Número: 201. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
En las últimas horas, mientras cerrábamos la revista (estas cosas siempre pasan cuando más trabajo tenemos), nos han llegado mensajes desde distintas fuentes comentándonos la última relación pública y desafortunada entre crímenes y juegos de rol. La autora de la relación (supuesta famosa que no mencionaré) afirmó en un programa de la hora de más audiencia (que tampoco mencionaré) que una persona de su juventud había sido asesinada por los juegos de rol. No es la primera vez que ha pasado esto y, me temo, que no es la última vez que pasará que se estigmatizará a toda una afición por culpa de un individuo que, dicen, compartía esa afición.
Me temo que no tenemos medios ágiles (léase poderosos) para sacar a la autora ni al programa de su error y, mucho menos para que rectifiquen. ¿Qué podemos hacer entonces?
En Sombra tenemos una frase: «jugar a rol y que se note que estás jugando». Creo que debemos mostrarnos orgullosos de nuestra afición y lejos de esquivarla en conversaciones con no roleros (familia, trabajo, amigos de otras aficiones), creo que debemos mostrarla con naturalidad, hablar de ella en la pausa del café, hablar de ella en el transporte público, hablar de ella en la calle. Y si alguien nos mira raro, le ponemos cara de: «Si quieres jugar a rol, pregúntame cómo». No se trata de convertirnos en proselitistas del rol e ir dando la matraca a todo el mundo, es suficiente con no esconderse. Juego a rol, eso será suficiente.
Con el tiempo, como el agua que abre caminos entre las montañas, dejaremos de ser ese desconocido del que se aprovechan los medios de comunicación para generar inseguridades y pasaremos a ser como los que van al cine, a la tienda de cómics o a catas de cervezas artesanas. Gente con una afición.
Si estás leyendo esto el mismo día de la publicación de la revista, el 16, será el día del Rol Gratis. Una buena ocasión para decir: