Número: 238. 4ª época. Año XXII ISSN: 1989-6289
Director: Baltasar Kormákur
Guión: Baltasar Kormákur
Me encontré con esta película por azar, sugerida en Filmin como similar a otra que ahora mismo no recuerdo. No había oído hablar de ella pero viendo que el protagonista es uno de mis actores favoritos (Forest Whitaker) y que había otras tres atractivas estrellas en el reparto (Julia Stiles, Jeremy Renner y Peter Coyote), el reclamo final de «película indie de género negro» no me hizo ni falta. Supuse que al menos sería agradable de ver.
El argumento no es demasiado complicado: un investigador de una empresa de seguros debe descubrir qué es lo que realmente ha pasado en el accidente mortal de un delincuente, del que su hermana heredará una pequeña fortuna. Desde el principio parece que está todo muy claro, pero el seguro tiene mucho que perder si fuera así y el investigador es especialmente desconfiado. De hecho, los espectadores sabemos desde el principio que ha habido juego sucio, pero la gracia de la película es que hay muchas más…. verdades ocultas (sonido enlatado de terrible revelación).
Aunque hay momentos en la película en los que el giro de guión se ve venir de lejos, esto no estorba demasiado. Quizás sea porque la historia se centra más en el análisis de personajes y en la recreación del ambiente que en la propia investigación. Ninguna de las personas que aparecen en la historia se podría decir que son buenas o malas de manera absoluta, excepción quizás de hijo de Stiles. De hecho, ni siquiera relativa; son gente que se sumerge en los grises, que actúa mal por buenos motivos y viceversa. El investigador está en esto por su trabajo y cuando la cosa se complique no tendrá problema en abandonar. Sí, se redimirá después pero con un método predeciblemente trágico. La joven desvalida solo quiere solucionar sus problemas y sin duda empatizamos con ella incluso cuando veamos la ilegal forma que tiene de hacerlo. Solo hay un personaje que es sobre todo tenebroso y aún así tiene momentos de ternura que, será el actor, peor resultan verosímiles.
El otro protagonista de la cinta, como decía, es el clima. Desde luego, esto no es una novedad. El ambiente frío y lo extraño, lo weird de la América rural no es la primera vez que está representado en pantalla; hay muchos momentos que podrían pasar por pertenecer a David Lynch o los hermanos Cohen. Pero igualmente se disfruta mucho la fotografía de las casas húmedas y las carreteras resbaladizas, la verdad.
Tiene la película momentos en los que crees que se han dejado algo de por medio. Como si el director y guionista hubiera tenido buenas ideas que se hubieran quedado en el tintero, quién sabe si por un productor. El caso es que en un momento dado pensé «este, esta y este están compinchados, están en el ajo, y de hecho, hay una conspiración». Pero no. De nuevo, quizás que los actores secundarios funcionen decentemente en esta película, que tengan relieve y no parezcan parte de un decorado, ha ayudado a ese efecto. O quizás, el misticismo que aparece en algunos momentos que no parece encajar del todo porque es tratado demasiado por encima. Culpa del director , ahí, que no parecía decidirse entre un film de crímenes, de personajes o de ambiente.
Por cierto, el título original hace referencia a una canción de Tom Waits. Mejor gusto no se puede tener: ver vídeo .
A mí me ha gustado bastante. Posiblemente no es una película que vaya a gustar a todo el mundo pero no es de las que se hacen desagradables a ciertos paladares por exceso.
Esta historia puede inspiraros para una aventura de sesión única (incluso de solo uno o dos personajes) de Rol Negro que puede estar ambientado en cualquier parte, pero creo que un ocho de enero, lunes, frío, gris y desapacible, en las afueras de Cunia, sería lo mejor.