Editorial

El club Alas de Dragón fue el primer club de rol al que pertenecí, aunque en realidad era una asociación cultural. Estaba situado en la Escuela de Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid y hubo un momento que tuvo muchísimos socios, muchos de los cuales aún siguen siendo amigos míos. El día 10 de diciembre es la Virgen de Loreto, patrona de la aviación y festividad en la escuela. Sí, empalmábamos el 6, el 8 y el 10 todos los años. Con la excusa de la patrona, le propusimos a la subdirectora de Extensión Universitaria que nos dejara hacer una semana cultural donde proyectábamos películas, exponíamos ilustraciones y hacíamos partidas de rol, de wargames y de lo que se nos ocurriera. Estábamos limitados al horario de la universidad y la semana cultural iba del lunes al viernes. Y fue todo un logro porque la hacíamos entre la semana del acueducto y los primeros exámenes de diciembre. No sé cómo llegué a aprobar alguna asignatura.

El club Alas de Dragón fue pionero en muchas cosas: publicamos revistas (sí, en plural), cómics, juegos, hicimos jornadas, colaboramos con otros clubes, con editoriales, pero creo que uno de nuestros grandes logros fue el rol en vivo que organizábamos durante los cinco días de esa semana cultural. Casi siempre matábamos a alguien e implicábamos a toda la escuela en la búsqueda del asesino. Muchos se daban por vencidos en las primeras horas de investigación, pero poco a poco se iban identificando a los PNJ (que se interpretaban a sí mismos) y les iban dando las pistas sobre el difunto o los sospechosos y el viernes leíamos las conclusiones de los jugadores (que siempre eran interesantes). Lo más importante de aquellos roles en vivo es que la gente estaba jugando a rol sin saber que lo estaba haciendo e interpretaba el papel de un investigador (un año recuerdo que hasta metimos los mitos de Cthulhu en el horrible crimen). Revisando un libro mientras maquetaba la revista me he encontrado un recorte de prensa. No recordaba que hubiéramos salido en la "prensa seria", pero sí.

Recuerdo aquellos años con cierta nostalgia, todo, incluidos los juegos y la afición, parecía mucho más sencillo.