Eriloe – Largo II, 1547

La ciudad vuelve a llenarse de panfletos contra el gobernador.

Miles de octavillas de hierbas trenzadas, como la primera vez, han cubierto las paredes y puertas de la ciudad de Arim (en Airak). En esta ocasión, además de acusar de usurpador al actual gobernador y exigir una nueva elección, le acusan de mentir y aseguran que los detenidos en las pasadas jornadas eran ciudadanos inocentes, una maniobra del usurpador para aparentar que tiene todo controlado. El panfleto asegura que los inocentes serán liberados y el usurpador decapitado (una clara referencia al muñeco del pasado Solario).

Trama El Retorno del Emperador


Nuevo reclutamiento para la fortaleza de Dosra

Unos nuevos carteles de reclutamiento han aparecido en la ciudad de Xalin y algunas cercanas de las islas. Se buscan grupos con experiencia demostrable a quienes les será revelada la ubicación de la fortaleza previo depósito de una fianza de confidencialidad (fianza elevada, por cierto). Además, los grupos se comprometerán en llevar el tesoro al contratador quién elegirá una pieza (y solo una) de dicho tesoro y el resto será para los aventureros. La elevada fianza ha frenado a muchos, pero también ha iniciado un fenómeno de búsqueda de otros tesoros para poder cumplir con los requisitos del reclutamiento. Parece que no va a quedar ninguna piedra sin remover en la isla. Las autoridades advierten que las fianzas con bienes robados implicarás la detención y ejecución inmediata de los aventureros. Esa advertencia ha tranquilizado a los vecinos de la ciudad. Sigue leyendo

Desde el Sótano 203 – diciembre 2021

—Señor, ya está terminando la velada. ¿Los muchachos preguntan si va a dirigirles algunas palabras?
Y en verdad, las caras de todos ellos se giraban hacia su mesa que ni siquiera era la más centrada, ni la más destacada de aquel salón. Imaginó que su ayudante había sido espoleado a ello porque bien sabía que no le gustaban esas cosas (fruto de su timidez), pero observó sus miradas y no pudo negarse.
—Hoy —dijo— celebramos el cierre de nuestro vigesimocuarto ciclo —algunos murmullos se escucharon cuando tradujeron sus palabras—. Algunos ya no están con nosotros —una pausa triste—, pero otros os habéis unido a nuestras filas y, seguramente, os preguntaréis quién es el responsable de que hayamos sobrevivido a tantos inviernos. Mañana, cuando empiece un nuevo día, buscad un espejo en vuestra casa y encontraréis la respuesta a esa pregunta. Pero hasta mañana, juguemos. —Y volvió a su mesa donde tres poliedros de diez caras empezaron a rodar…

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