Hay una trilogía de nombre «El recuerdo del pasado de la Tierra» aunque creo que pocos la conocen por ese nombre y más por el de trilogía de los tres cuerpos que hace referencia al título de la primera novela: «El Problema de los tres cuerpos«. Su autor es Liu Cixin y su lectura es bastante recomendable. Es una historia de primer contacto bastante diferente e interesante, sobre todo en la parte especulativa sobre cómo pueden ser las cosas alienígenas y en la parte de cómo fue China durante la Revolución Cultural. Sin embargo, este artículo no es para hablar de esta primera novela (cuya lectura recomiendo) sino de la segunda: «El Bosque Oscuro«.
Pero antes de hablar de ella, tengo que perderme por las ramas. Existe un problema matemático, puramente expeculativo, que recibe muchos nombres, pero al que yo siempre he llamado «Teoría de Juegos» porque ese era el libro de fundamentos militares en el que leí hablar de ello de esa forma por primera vez. Resumiré el planteamiento, pero se suponen dos bandos enfrentados y cada bando tiene dos opciones: no hacer nada o destrucción total (lanzar los misiles). Una de las soluciones de este problema es la base de la llamada «disuasión nuclear». Y puede parecernos un despropósito, pero lleva funcionando décadas. Otra solución a este problema es la película de Juegos de Guerra (Wargames en inglés) donde unos jovencísimos Matthew Broderick y Ally Sheedy obligaban a un ordenador a jugar contra sí mismo hasta que llegaba a una conclusión: «curioso juego, la única forma de ganar es no jugar» que era, en esencia una solución a la Teoría de Juegos.
Y ahora volvemos al libro. Lo que Liu Cixin plantea en la novela es otra solución de este supuesto matemático y la llama Bosque Oscuro porque es terrible y terrorífica. La novela cuenta la historia de las personas elegidas para frenar la amenaza de los trisolarianos (la especie alienígena descubierta en la primera novela). El Bosque Oscuro es solo un añadido importante a una de las historias, pero es un añadido muy imaginativo (y demoledor).
La trilogía no es muy Exo. Tiene algunas cosas que pueden ser sugerentes (la forma en las que los trisolarianos entienden las cosas es muy iroiendi, por ejemplo) o la forma en la que un planeta puede afrontar el primer contacto (desde el punto de vista de los contactados), pero no hay nada que pueda decir: esto es Exo. Con la excepción, claro, del Bosque Oscuro. Este es una de las explicaciones más maravillosas que explicarían los Años Oscuros de la cronología de Exo. Siempre hemos especulado el motivo por el que la Humanidad de Exo abandonó y olvidó su planeta natal y porque perdieron los lazos unos con otros. La respuesta bien pudiera ser el Bosque Oscuro. Me temo que no puedo contaros más cosas sin desvelar demasiado de la novela, pero no quería dejar la oportunidad de recomendarla.
La trilogía tiene una tercera novela: El fin de la muerte cuya lectura no es necesaria. Tiene algunas cosas de física medianamente avanzada (algo que aparece en toda la trilogía), pero la historia es floja y no está al nivel de las anteriores (demasiado ñoña si queréis una impresión subjetiva). Si te lees las dos primeras, te vas a leer la tercera, claro, pero, como digo, no pasa nada si no lo haces. A veces creo que los editores presionan demasiado a los autores de éxito para que sigan ordeñando la vaca.