Comandos – Solothurn S18-1000

La llegada de los carros de combate en 1916 supuso toda una sorpresa para el ejército alemán, que tuvo que buscar soluciones contra esta nueva amenaza. Una de ellas fue el desarrollo de armas de gran calibre pero portátiles, como el TankGewehr M1918, que era un rifle de cerrojo mauser de calibre 13mm.

Este sería el primer rifle anticarro del mundo, un arma que ganaría popularidad durante el periodo de entreguerras, ya que proporcionaba a la infantería un dispositivo portátil con el que luchar contra los tanques.

Pero el Tratado de Versalles de 1919 supuso un fuerte varapalo a la industria armamentística alemana, que le impuso fuertes restricciones. Una de ellas era que le impedía desarrollar nuevas armas de gran calibre que tuvieran la capacidad de inutilizar a los carros de combate aliados. Por ese motivo el venerable TankGewehr M1918 se mantuvo en servicio hasta 1933.

No obstante, la renacida industria alemana buscó maneras para trabajar con esas restricciones. Esto nos lleva al caso de Rheinmetall, que en 1929 estableció una subsidiaria en Suiza, Waffenfabrik Solothurn. Bajo este paraguas los ingenieros alemanes pudieron diseñar un nuevo cartucho, el 20×138mmB, uno de los de mayor potencia de su calibre y que continuaría en servicio hasta la década de 1950. Se emplearía en armas como el Lahti L-39 finlandés y los cañones antiaéreos alemanes de 20mm. En base a este cartucho, Solothurn comenzó el desarrollo de varias armas, comenzando por el ST-5, un cañón antiaéreo, seguido por el anticarro Tankbuchse S5-100 en 1932, aunque tenía numerosas deficiencias por lo que se abandonó este modelo.

Así, al año siguiente comenzaron a trabajar en un nuevo modelo, el S18-100 en el que aplicaron las lecciones aprendidas. El nuevo rifle, de configuración bull-pup (en la que los mecanismos y el cargador se encuentran detrás del disparador con lo que se incrementa la longitud del cañón) se convirtió en un éxito en el mercado de exportación, con clientes como Italia, Hungría y los Países Bajos.

Tras un par de años, y varias mejoras menores reflejadas en las versiones S18-150, S18-154 y S18-500, se decidió introducir un nuevo modelo, que incluía mejora en la munición, y el freno de boca.

El nuevo modelo, el S18-1000 vio su peso aumentado hasta los 53 kg, lo que era bastante considerable para un rifle, por lo que Solothurn desarrolló un carro especial para su transporte, y que además de llevar el arma y dos cajas de munición, podía dispararse el arma desde el.

Solothurn S18-1000

Vista lateral de un Solothurn S18-1000

Físicamente el arma trabaja con un sistema de retroceso corto, por lo que el cañón se mueve ligeramente hacia delante al disparar. El retroceso es potente, pero es bastante cómodo en comparación con otras armas similares gracias a su mecanismo de cerrojo rotativo, un gran muelle y la acolchada culata. Además, disponía de un bípode integrado y un monopodo ajustable en la culata.

Técnicamente era un arma formidable, capaz de penetrar hasta 20mm de blindaje con un ángulo de 60º a una distancia de 100 metros, lo que le permitía inutilizar todos los carros ligeros de comienzos del conflicto, y con un poco de suerte, provocar daños a los de tonelaje medio.

El arma suscitó mucho interés en el mercado, y pronto recibió pedidos, empezando por Zuiza, país que lo designaría como Tankbüchse Solo 40.

Holanda había probado uno de sus precursores, el S18-15 aunque no superó las pruebas. En cambio S18-1000 si lo hizo y lo adquirió tanto para su ejército territorial como para las unidades coloniales, aunque no recibió todo su pedido a causa del inicio de las hostilidades. Un caso similar fue el de Italia, que tras rechazar el S18-100, quedó impresionado por el S18-1000, aunque no recibiría todas las unidades ya que Suiza declararía restricciones en la exportación de armas a los países beligerantes en 1940.

Suecia, al ser una nación neutral, no estaba sujeta a estas limitaciones, y lo incorporó a su ejército con la denominación de 20 mm pansarvärnskanon m/1939.

Hungría si se enfrentó a estas restricciones, y no pudo adquirir más de 50 unidades, por lo que tuvo que seguir empleando el S 18-100 que fabricaba bajo licencia con la designación 36M 20mm Nehézpuska.

Finlandia también se interesó por el arma, y en 1939 adquirió un ejemplar para evaluación. El estallido de Guerra de Invierno impidió que pudiera adquirir más unidades, ya que Solothurn era una filial de una empresa alemana y no quería quebrantar el pacto Molotov-Ribbentrop. No obstante, el Ejercito Suizo no estaba sujeto a estas restricciones y sirvió de intermediario para entregarle doce unidades del S 18-154, aunque llegarían con la guerra terminada. Serían empleados posteriormente durante la Guerra de Continuación.

Alemania adquirió Solothurn S 18 de diferentes modelos, incluyendo el 1000, aunque siempre para complementar a otros rifles anticarro, como el Panzerbüchse 39, que era el más usado.

Solothurn S18-1000

Vista lateral de un Solothurn S-18/1000 montado en su carro de transporte

Posiblemente el cliente más especial de Solothurn fue Estados Unidos. A mediados de los años 30, el ejercito tenía planeado usar la ametralladora M2 Heavy Barrel (HB) de 12,7 como arma anticarro, aunque las experiencias de la Guerra Civil Española le hicieron plantearse que no sería eficaz contra futuros vehículos. Así, organizó un concurso en el que se evaluó entre otras armas dos S 18-100, aunque los resultados no fueron buenos. No obstante, las pruebas se habían dilatado tanto que el S 18-1000 ya estaba en producción, por lo que se adquirió un ejemplar.

En esta ocasión si superó las pruebas, siendo considerada mejor arma que su directo competidor, el Colt T4 de 23mm a pesar de que esta tenía mejor «pegada». Tras resolver el concurso, ordenó 50 unidades así como los derechos de fabricación bajo licencia, con la designación de 20 mm Automatic Gun T3. Pero las negociaciones se prolongaron tanto (por la exigencia de Rheinmetall de aprobar las exportaciones) que el ejercito norteamericano abandonó el proyecto, y terminaría adquiriendo el Boys británico.

En 1942 se introdujo una nueva versión con fuego selectivo, el S 18-1100 ‘Universalwaffe’ (arma universal) que se vendía con un montaje especial que le permitía usarse como cañón antiaéreo. Pero los nuevos carros de combate dejaron obsoleto al Solothurn, que dejó de fabricarse a principios de 1943.

En acción

Dado que no hay constancia del uso del único S 18-1000 que tenía Finlandia, el bautismo de fuego corresponde a los ejemplares holandeses. El 10 de mayo de 1940, una sección de rifles anticarro inmovilizó a la 4ª División Panzer, impidiendo que capturasen dos valiosos puentes sobre el rio Maas, en la ciudad de Maastricht.

Alemania empleó sus rifles durante la campaña de Francia, y tras sus experiencia contra los Hotchkiss H35 y Renault R35, concluyó que los rifles anticarros eran prácticamente inútiles contra tanques excepto a distancias muy cortas. No obstante la producción del Panzerbüchse 39 continuó hasta 1941.

Los italianos emplearon sus Solothurn en el norte de África, superando el blindaje de los carros ligeros Mk VI desde cualquier ángulo, y de los Crusaders por su lateral. A medida que los británicos introdujeron tanques mejor blindados como los Grant y Sherman, el Solothurn fue retirado de las unidades de primera línea. No obstante la Compagnie Auto-Avio-Sahariane los siguió usando ya que les daba un arma con una buena pegada en un «formato» compacto (algo que sufrieron en sus carnes los miembros del SAS o del LRDG que se cruzaron con la Compagnie). Además, montaron algunas unidades en el Carro Veloce L35, en lugar de las dos ametralladoras Breda, dado lugar a la versión CC (contracarro).

Solothurn S18-1000

Vista lateral de Carro Veloce L35 CC

Datos para Comandos de Guerra del S18-1000

Inicio: 1938
Final: 1943
Tipo: RAT
Long.: 215 cm
Peso: 54,7
C: 20
NC: 10
TC: ca
Enc: 5
R: s
CF: 2
Daño:
   – HE: IV+0/4
   – AP: II+20/10
Alcance: 30/60/375/750/1500

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