El T-34 es uno de los carros más prolíficos, no solo de la SGM, sino de la historia. Y a lo largo de su carrera surgieron numerosas variantes, algunas entraron en servicio, mientras que muchas otras no pasaron de los planos en las mesas de diseños. En este artículo veremos una de estas versiones, que entró en servicio aunque en un numero muy escaso, a pesar de sus buenas prestaciones.
Durante los años 30 la Unión Soviética mantenía una flota de carros de combate muy impresionante, con buen blindaje y armamento. Pero a principios de 1940 se estimó que no merecía la pena seguir trabajando en cañones de 45mm, y que había que desarrollar un nuevo modelo con un calibre de 55-60mm. El objetivo era rearmar a los ya existentes KV y T-34, así como posibles diseños futuros, con un arma de alta velocidad, para batir a la nueva generación de carros enemigos (véase alemanes) con los que se especulaba que se enfrentaría el ejército.
Paralelamente, la Oficina de Diseño de Zavod Nº 92 en Gorkii, había comenzado por cuenta propia el diseño de un cañón antitanque de 57mm, designado ZiS-2. Esta iniciativa fue apoyada por el jefe del Directorio Principal de Artillería del Ejército Rojo, el Mariscal de la Unión Soviética Grigori Kulik, y en Diciembre de 1940, el primer prototipo modificado para montar en carros fue terminado, recibiendo la designación de ZiS-4. Tras una serie de pruebas en la factoría, se instaló un ejemplar en un T-34, con el que siguieron las pruebas hasta mayo de 1941. Aunque se encontraron deficiencias, la comisión que supervisaba las pruebas recomendó su producción al considerarlo un «verdadero destructor de tanques». Sigue leyendo