Número: 181. 4ª época. Año XXI ISSN: 1989-6289
En 1905 un oficial del ejército francés, el teniente Andre (o Adolphe según la fuente) Berthier registró en la oficina de patentes belga un diseño de una ametralladora ligera. Era un diseño bastante interesante para la época, con un sistema operado por gas similar al que emplearía posteriormente el BAR norteamericano. El ejército belga se interesó por ella, pero la consideraron muy frágil para los rigores del campo de batalla.
Tras ese rechazo, Berthier se puso a trabajar en un nuevo modelo mejorado, que terminó en 1908.
Estaba refrigerado por agua, aunque con un sistema diferente al habitual, con dos bombines que hacían circular agua por la camisa que rodeaba al cañón según fuera necesario. Funcionaba, pero era complicado de fabricar, por lo que lo abandonó en favor de la refrigeración por aire, lo que permitió instalar un cañón de cambio rápido.
El ejercito francés la sometió a pruebas de campo, pero adoptaron en su lugar la Chauchat Modele 1915 (un arma de inferiores características). Tras este rechazo, Berthier probó suerte en los Estados Unidos, que encontraron el diseño muy interesante, hasta el punto que hicieron un encargo muy importante. Por desgracia el armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial significó la cancelación del pedido, y a la postre, condenaría este diseño al obstracismo.
La Vickers-Armstrong Limited era un gran conglomerado industrial, con diversos intereses, entre los que se encontraba la venta de armas. En 1924 buscaba una ametralladora ligera para venderla junto con su famosa ametralladora pesada Vickers, por lo que adquirió los derechos de fabricación de la Berthier. Los ingenieros de la compañía trabajaron sobre el modelo de 1908, introdujeron una serie de mejoras, como coberturas contra el polvo para el puerto de carga y el de eyección. También la adaptaron al calibre .303 británico y al 8mm mauser (este último calibre para la exportación).
Al poco tiempo el ejercito británico comenzó en 1926 un programa para reemplazar sus ametralladoras ligeras Lewis y Hotchkiss. Esto incluyó numerosas pruebas de campo, que se prolongarían considerablemente en el tiempo. De hecho, las pruebas definitivas se realizarían entre 1932 y 1935. En un principio, el diseño que erigió como favorito era la Vickers-Berthier, pero la llegada de una competidora europea cambió esto por completo, la checa ZB-26.
Las pruebas demostraron que el diseño de la ZB-26 era superior a la Vickers, ya que era más ligera, más compacta y tenía mayor cadencia de fuego. En el único punto en el que destacaba el diseño británico era mucho más simple, y por tanto, facilitaba su producción. Finalmente, el ejercito británico selecciono al modelo checo, encargando a la Enfield Royal Small Arms Factory que realizase la adaptación final, lo que dio como resultado una ametralladora mítica, la Bren.
Además de este revés, y a pesar de una intensa campaña comercial las ventas no despegaron, ya que fue adquirida por Letonia, Bolivia (donde entró en servicio en la guerra del Chaco), algunas unidades que fueron empleadas por la República Española durante la guerra civil, pero sobre todo, por el ejército indio.
El Raj británico (gobierno colonial de la India) disponía de una gran autonomía a la hora de equipar a sus unidades militares. Así, viendo que las pruebas del ejercito británico se prolongaban excesivamente, seleccionaron a la Vickers-Berthier como la nueva ametralladora ligera de sus tropas.
Todas las unidades (excepto por pequeños lotes para pruebas) se fabricaron en la Ishapore Small Arms Factory, que ya fabricaba rifles SMLE. El modelo seleccionado fue el Mark III (mejorado posteriormente al Mark IIIB, que se basaba en el Mark II solicitado por el ejercito indio para realizar pruebas de evaluación.
Tras ser seleccionada en 1932, la producción comenzó al año siguiente y sirvió con el ejercito indio desde entonces y durante toda la Segunda Guerra Mundial. Las tropas la apreciaban por sus simplicidad, aunque a medida que progresaba la guerra comenzaron a surgir inconvenientes. Con la Bren compartía una semejanza en apariencia, con su cargador curvo montado en la parte superior, pero se limitaba solo eso. No compartía ningún componente, ni siquiera el cargador, lo que se convirtió en una pesadilla logística. Por ese motivo, el ejército indio adoptó la Bren para sus despliegues en ultramar, aunque la Vickers-Berthier permaneció en servicio en la India hasta finales de la década de 1970.
Tropas indias en el norte de África con una Vickers Berthier
Si bien la Vickers-Berthier no fue adoptada por el ejercito británico, una variante suya fue adoptada por la RAF, el Fleet Air Arm y posteriormente por el SAS. Los artilleros de los aviones disponen de pocas oportunidades para derribar un avión enemigo, por lo que era necesario que sus armas tuvieran una alta cadencia de fuego. El mecanismo de cerrojo de la Vickers-Berthier sólo se cierra al final de su movimiento, lo que unido a piezas mas ligeras consiguieron que este rediseño alcanzase una cadencia de fuego de 1200 disparos por minuto (posteriormente reducida a 950 por motivos de seguridad).
La nueva ametralladora, la Vickers 'K' o VGO (Vickers Gas Operated) fue adoptada por la Royal Air Force para armar a sus tripulantes mientras se introducían nuevas torretas motorizadas. A medida que se desplegaban las Browning Mark II alimentadas por cinta, la VGO comenzó a ser retirada de primera línea, aunque siguió siendo empleada por el Fleet Air Arm hasta 1945.
Pero sin duda su uso más conocido fue el de unidades especiales, como el Long Range Desert Group y Special Air Service. Su elevada tasa de fuego la hacían muy atractiva, a lo que hay que unir que fuera fiable (el SAS la encontraba menos propensa a atascarse con la arena que la Bren). Si a eso le añadimos que existían excedentes en los arsenales, no es de extrañar que fuera adoptada por tales unidades.
Tropas del SAS al regreso de una incursión. Puede verse el característico montaje doble de Vickers K