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Camarero de chiringuito
Donde haya una playa, habrá un chiringuito. Y donde se encuentre uno de éstos, habrá camareros que lo trabajen.
En la actualidad, este empleo es de los peor remunerados de la ciudad según una publicación del INE. Sujeto a la temporalidad, la explotación laboral con sueldos muy bajos y, dependiendo de que casos, un dudoso sistema de contratación, no es el oficio soñado por muchos. Sus principales ocupantes suelen ser gente en situación irregular (emigrantes sin papeles, personas que están paradas y trabajan de «negro» para no perder el subsidio del SEPE, etc.) de los que, en muchos casos, abusan los propietarios. Fue conocido el caso del «Fogón de Carlos» un par de años atrás, en el que la policía liberó de un zulo bajo la cocina subterránea a tres personas sudamericanas que malvivían en condiciones infrahumanas. Carlos Amor, el propietario, en su defensa dijo: - Deberían darme las gracias, cobran seiscientos euros y tienen comida y alojamiento gratis -. Carlos murió en extrañas circunstancias en prisión, algunos creen que los Latinos tuvieron algo que ver, pero no hubo acusaciones formales.
Tras la «Operación Fogón» de la policía que vino a continuación, varios establecimientos cerraron y muchos se enfrentaron a fuertes multas. En definitiva, mejoró mucho la situación de los trabajadores, aunque aún dista de ser adecuada.
Como complemento a su salario, muchos empleados de los chiringuitos se convierten en excelentes fuentes de información, si uno paga lo suficiente. Estar todo el día atendiendo personas, moviéndose entre las mesas, invisibles en muchos casos, les permite enterarse de muchas cosas. Si necesitas saber cual es la discoteca de moda, ellos pueden indicártela; dónde comprar drogas, probablemente sepan de la persona que puede suministrártelas; dónde localizar antros no del todo legales, si le pagas lo suficiente, quizás recuerden por qué parte puedes empezar a buscar.
Típico camarero de chiringuito
Tienen distinta procedencia, diferentes nacionalidades y culturas, pero todos tienen algo en común: son supervivientes. Si han de ser discretos, lo serán; si han de ser amables, su sonrisa iluminará la ciudad; y si la cosa se tuerce, bueno, siempre habrá otro establecimiento en el que trabajar.
El típico trabajador tendría un perfil parecido a este:
Actualidad: 18Sigilo: 12
La imagen que acompaña a este artículo corresponde a un local de la playa Es Caballet en Ibiza y ha sido realizada Pablo Monteagudo (foto original ). CC BY-NC-SA 2.0'