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Tal Tal
Desde hace unos meses hay una aplicación para dispositivos móviles disponible en las principales plataformas de venta de estas aplicaciones. Tal Tal es una aplicación de mensajería multiplataforma que te permite enviar y recibir mensajes. Es compatible con casi todos los dispositivos y puede utilizar wifi o datos para su funcionamiento. Se puede utilizar para enviar documentos, sin límite de tamaño (la limitación la pone la compañía de teléfonos), vídeos, fotos y cualquier soporte electrónico. Se pueden hacer grupos, boletines de noticias, eventos para compartir fotos, etc.
Tal Tal se diferencia de sus competidores en algunos detalles:
Tal Tal nunca sustituirá a otros servicios de mensajería, pero se está convirtiendo en un referente bastante común en Cunia. La empresa dice desconocer las estadísticas de sus clientes. Dice que tiene más de 500.000 usuarios activos, pero no sabe de dónde son ni desde dónde escriben. La compañía informática creadora de esta aplicación asegura que es un producto muy valorado por las empresas internacionales con negocios en diferentes partes del mundo. Valoran la posibilidad de enviar información delicada entre sus sedes con gran seguridad. Un portavoz de la compañía dijo: "Ningún sistema de transmisión de datos es fiable al 100%, pero en Tal Tal el porcentaje de inseguridad se reduce a un mal uso por parte del usuario no a huecos en nuestra programación." La compañía está tan segura de sus aplicación que ha ofrecido mil bitcoin (casi medio millón de dólares) a quién les haga llegar una vulnerabilidad en su sistema.
La principal pega que le dan los nuevos usuarios es que para comunicarte con alguien tienes que conocer su usuario y eso no es posible si ese alguien no te pasa ese dato. Tiene la ventaja de que no recibirás publicidad no solicitada, pero es complicado hacerse con una red de conocidos en Tal Tal.
Lo que la realidad esconde
Tal Tal no fue concebida como un sistema de transmisión de datos empresariales, sino como un sistema de datos criminales. Los asesinos, los contratadores, los mafiosos, los criminales y mucha otra gente cuyos negocios no pueden dejar rastro. La vertiente comercial y pública es solo una tapadera. A través de Tal Tal es cómo la Cunia Oscura se comunica y hace negocios.
La oferta de 1000 bitcoin por desvelar vulnerabilidades es una trampa. Si el hacker la hace pública, Tal Tal resolverá el problema en minutos y dirá que es mentira (y el hacker se quedará sin premio). Si la manda en privado, el resultado dependerá de la flexibilidad del programador. Si es flexible es probable que acabe trabajando para Tal Tal o para alguna empresa que ande buscando sus habilidades, pero si no es flexible, lo más probable es que acabe muerto después de sacarle toda la información.