1x09 - Camposantos insignes

En un lapso de pocos meses diversas lápidas del cementerio de Cunia han aparecido cada una con símbolo labrado en una de sus esquinas. Estos no se repiten y, aunque de trazos rápidos y muy sencillos, parecen representar dibujos más elaborados. La policía no le da mayor relevancia, atribuyendo estos hechos a alguna gamberrada de adolescentes ociosos.

El entierro de Doña Camila Leandre, al ir a abrir la tumba familiar para poner sus restos en ella, conlleva un extraño descubrimiento. Se ve que la gamberrada ha ido un poco más allá de la simple pintarrajeada. Dentro aparecen muchos huesos, muchos... Los suficientes para poder afirmar que son más de un esqueleto. La policía, ya más interesada, sigue sin poder avanzar mucho. Nadie ha denunciado que las tumbas de sus familiares hayan sido profanadas, y por ende, nadie parece dispuesto a dar permiso para que se abran sus sepulcros para realizar comprobaciones. Ponen un poco más de vigilancia nocturna en las inmediaciones del cementerio y poca cosa más. Los familiares de Doña Leandre deciden que debería ser investigado con más ahínco el descubrimiento y ponen a trabajar a la agencia.

Como única pista, fotografían los cuatro símbolos y ven que pueden sacar de ellos. Aunque son muy simples, ello no es óbice de que parezcan muy precisos. Un contacto en la universidad les pone en contacto con un profesor. Les descubre que pertenecen al grupo de 8 asta mangala (conjunto de ocho símbolos en culturas orientales, principalmente de tradición dhármica).

El jarrón precioso, el parasol, la flor de loto y los peces dorados

Esta revelación parece desconcertarles, no encontrando sentido al porqué. Parece como que, aun siendo algo más elaborado que una chiquillería, la policía pudiera tener razón y no fuera nada más allá de la gamberrada.

La aparición de un quinto símbolo en una esquina de la puerta de casa de un reciente desaparecido ya no pinta como el desmán que se creía. Aunque la policía sigue sin valorar en su justa medida el tema de los símbolos. En la agencia están seguros que es algo mucho más serio y turbio.

El estandarte de la victoria

Un sexto, grabado en el mármol de una cocina donde se ha prendido fuego causando la muerte de la inquilina, lleva a preguntarse si quizás no estén detrás de un ¿asesino? en serie. El tema ya ha dejado de ser considerado una gamberrada.

La caracola

El desaparecido y la muerta, que se considera asesinada, no parecen tener relación entre sí. Se han conseguido órdenes para abrir las otras tumbas con símbolos, descubriendo en cada una de ellas o el cadáver profanado o más huesos de los correspondientes. Y un accidente mortal de coche descubre dentro de capó otro símbolo labrado.

La rueda

Y por fin una pista. El mismo contacto de la universidad reconoce en los nombres de la persona desaparecida y los muertos recientes a gente que ha trabajado, o estaba, en la universidad. Una investigación en esa línea pone de relieve que las tumbas con símbolos pertenecen a personas que también fueron docentes en ella. Y por una coraznada o instinto Clara sospecha del profesor que les comentó el origen de los símbolos. Deciden visitarlo en su despacho de la universidad. No lo encuentran y nadie sabe dónde está, aunque parece que no se encuentran sus efectos personales. Un sobre a nombre de Clara encima de la mesa contiene un folio en blanco con un símbolo dibujado en él…

El nudo infinito