Llego hasta aquí
El experimento Arnao
Desde que me planteé ser articulista de esta revista, quise enganchar con el espíritu de la misma, que es servir de fuente de contenidos a la afición de los juegos de Ediciones Sombra (y juegos distribuidos por Sombra). Pero entendiendo que hoy día "contenido" no es algo que se pueda ceñir a un artículo formal de la revista y que la tecnología nos permite hacerlo tan vivo como se desee, busqué algo un poco diferente. Le planteé mi idea al editor y una vez aceptada, me puse manos a la obra. El objetivo concreto era dar a los jugadores de Rol Negro una ayuda de juego "viva", "orgánica" y con apariencia de realidad. Decidí hacer un pequeño experimento.
Bases químicas de la vida
El primer paso era crear un contenido más tradicional, unos componentes ambientales para el juego que sentasen las bases de lo que sería el ser al que íbamos a dotar de vida y que se publicasen en la DeS, como siempre. Empecé por Alfonso Arnao (ver DeS, número 114: ), un personaje no jugador para usar en Rol Negro, guionista de cómic al que además ponía en relación con un personaje de una historia sobre Cunia ya publicada; veamos si averiguáis cuál. Un tiempo después, os hablé de Químicos Molentes, la empresa donde trabaja Alfonso Arnao y que está al servicio del más intrigante de sus habitantes, Don Víctor (ver DeS, número 124: ). Con esto ya os dábamos un material enlazado entre sí y con otros elementos preexistentes de la ciudad que podíais incluir en vuestras partidas. Hasta aquí, algo muy normal en la línea de publicación de la revista. Pero, mientras esto se publicaba, en paralelo yo realizaba mi experimento.
Hipótesis de partida
Decidí dar vida al personaje, imaginando que era real y que podía interactuar con el mundo. Las redes sociales nos ofrecen justo esa posibilidad: dirigirse al mundo real incluso cuando eres de ficción, de la misma manera que un personaje que se dirige al lector de un libro como si ambos existieran de igual forma, pero en este caso con una interacción mayor.
Creé para Alfonso Arnao una cuenta de twitter y un tumblr y mi criatura comenzó a publicar. Uno de los objetivos del experimento era ver si la actividad de Alfonso era detectada, si las pistas que se iban dejando atraían a alguien. De hecho, lo hicieron, aunque de forma muy limitada. Pero el objetivo más importante era ver si el personaje resultaba real, si crecía por si mismo, si yo me sentía cómodo en el cuerpo de este avatar, lo bastante para que cuando estuviese listo, se pudiera presentar al mundo. Y creo que ya lo está.
Segunda fase
Así es como entramos ahora en una nueva etapa del experimento. Alfonso Arnao ya no será más una artículo inerte de la revista ni un homúnculo encerrado en una botella de mi laboratorio. Alfonso pasa a ser una ayuda de juego viva y para vosotros, que podáis usar en vuestras partidas de la misma manera que ya usáis la sección de noticias de la revista: atentos a los cambios, sorprendiéndoos con los giros y viendo cómo la historia se nutre de vuestras aportaciones, que podréis hacer esta vez en forma de comentarios, RTs, respuestas y favs en sus cuentas de red social. A partir de ahora, por tanto, podréis seguir al historietista más vivo de la Ciudad Doliente en la cuenta de Twitter @alfarnao y en alfarnao.tumblr.com. Tratadle bien. Y seguid atentos a las pistas. No nos vamos a quedar en una segunda fase.
La imagen que acompaña al artículo pertenece a la Producers Releasing Corporation y está en Dominio Público. All hail Lugosi!