Llego hasta aquí
1x07 - Cobro revertido
Alejandro Buendía ha pasado los últimos quince años en la prisión de Isla Diablo, acusado de un crimen que dice no haber cometido. Una vez con la condena cumplida una de sus primeras visitas es para entrevistarse con la gente de la agencia. Aunque solo sea a los ojos de su mujer Inés, ex desde hace un tiempo, quiere demostrarle que el no fue culpable del crimen que le acusaron.
El muerto fue un amigo del grupo, Miguel, y siempre se supuso que el motivo venia dado por los celos que tenia Alejandro con las excesivas atenciones que le deparaba a Inés. Aunque negara los hechos el que encontraran el cuchillo con el que se asesinó a Miguel en el coche de Alejandro fue determinante para su condena, aun sin huellas dactilares en el arma. El carácter un poco agresivo de Alejandro no ayudó precisamente en su defensa de que lo habían inculpado.
Comenta en la agencia que en su momento no quería probar donde había estado esa noche del asesinato, dado que estando locamente enamorado de su mujer no quería que esta supiera que había tenido un desliz con una prostituta. Y, realmente, desde el momento que se planteó que quizás fuera necesario poder determinar su localización, supo que pocos datos podría dar. Iba bebido, solo sabe que era una fulana nacional y ni siquiera podría concretar en que calle exactamente la localizó.
Les pide que remuevan el tema, y que está seguro que el asesino era uno del grupo. Miguel era lo que se podría llamar un tocapelotas, muy cachondo si, pero tenia esa habilidad para sacarte de tus casillas.
Con los datos de los componentes del grupo la gente de Clara empieza a remover el tema entre todos, incluida Inés y su nuevo marido, Dani, que también pertenecía a la pandilla. Poca cosa sacan en claro, a lo sumo en cada entrevista les dan alguna idea somera de quien podría estar cabreado con Miguel y porqué.
La llamada de Alejandro a la agencia desde el hospital donde lo han ingresado por una feroz agresión parece indicar que algo habrán removido con su investigación y alguien se ha puesto nervioso. Por una corazonada de Clara deciden darse una vuelta por el cuchitril que ha conseguido alquilar Alejandro y no pasa mucho rato que identifican a Dani rondando por el.
Comunicado este hecho a Alejandro, y antes de ponerlo en conocimiento de la policía por si tuviera que ver con la agresión, no pueden preveer que Alejandro abandone el hospital por cuentea propia y, suponen, vaya a verse las caras con Dani.
Efectivamente, cuando llegan a casa de Inés, no lo hacen suficientemente rápido y se encuentran a Alejandro muerto a los pies de Dani.
Ya en comisaría, Dani confiesa que el verdadero asesino de Miguel fue Alejandro y que este lo tenía planeado para inculparle a él. Iba a dar una lección fatal al moscón y quería sacarse de encima al tío del que su mujer se había enamorada ya estando casada. Dani no las tenía todas con Alejandro y, no sabe aun como, lo vio venir. Encontró el cuchillo, del propio Dani, que había utilizado en el crimen y se lo colocó a Alejandro, borrando las huellas para que no le pudieran relacionar a él y que tampoco demostrara que no había las de Alejandro. Una vez que Clara y sus asociados empezaron ha hacer preguntas sobre el crimen se dio cuenta que la pesadilla iba a continuar…