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Galván y Moreno Abogados
El despacho de abogados Galván y Moreno fue fundado en Cunia por Adolfo Moreno y Emilio Galván en el año 2010, y en el poco tiempo que lleva funcionando se ha convertido en uno de los más importantes de Cunia.
Actualmente ocupa las plantas sexta, séptima y octava del edificio Olmeca ubicado en la calle del Cardenal Mendoza 27 del barrio Saboya, y cuenta con cerca de 200 empleados entre abogados y personal auxiliar.
Aunque se dedica a todos los campos de la abogacía son especialmente reseñables sus departamentos dedicados al derecho mercantil y al área penal.
Una de las principales razones de su éxito se debe a que no tiene reparos en trabajar con las distintas organizaciones de la Cunia Oscura, contando entre sus principales clientes Don Vitto y Caty, si bien con quien está realmente vinculado es con el Clan Stenka y el crecimiento de la compañía va parejo al incremento de la influencia del Clan.
Emilio Galván
Emilio Galván es el más joven de los fundadores de Galván y Moreno. Es un abogado de 37 años especializado en derecho mercantil y que además de trabajar en la compañía es uno de los asesores de Tatiana Ivanovna Stenka, la lider del Clan Stenka en Cunia y está casado con su hija Svetlana Ivanovna Stenka, con la que tiene dos hijos.
Su aspecto es el de un hombre pulcro, de 1,93 cabello moreno y ojos marrones. Siempre perfectamente afeitado y peinado -se rumoréa que va a la peluquería todos los días- y casi siempre viste con traje oscuro y corbata azul. Como sello distintivo utiliza gemelos negros con sus iniciales grabadas en plata.
Es una persona bastante seria y calmada, capaz de sobreponerse a casi cualquier eventual contratiempo.
Adolfo Moreno
Adolfo Moreno lleva ejerciendo la abogacía cerca de 35 años y se ha convertido en un referente en derecho penal. Es uno de los abogados que más absoluciones ha obtenido durante su carrera en Cunia, habiendo trabajado principalmente para Don Vitto, hasta que en el año 2009 conoció a Emilio Galván y comenzó a trabajar también para el clan Stenka y, gracias a la visión de Emilio el negocio se fue ampliando. Actualmente solo se encarga de los casos más importantes, limitándose en los demás a dirigir, marcar las estrategias y asesorar a la legión de empleados que ocupa en su departamento. Aunque una gran parte de sus clientes son criminales el se mantiene escrupulosamente dentro de la ley.
Al contrario de lo que suele ocurrir con lo abogados de éxito, Adolfo Moreno es una persona bastante desaliñada y suele llevar un perfecto aspecto descuidado, tan perfecto que le tiene que dedicar casi una hora todas la mañanas. Su despacho parece un bunker formado por montañas de cajas y papeles, y en lugar de utilizar un coche de gama alta, como cabría esperar de él, aún viaja en un seat ibiza de cerca de 10 años de antigüedad. Mide apenas 1,68, es casi calvo y algo fondón, pero tiene una labia extraordinaria y tras 30 segundos de conversación ya te estará convenciendo de cualquier cosa que quiera.