Llego hasta aquí
Según hemos podido conocer, gracias a filtraciones de la prensa rosa, una noche festiva en un yate de lujo frente a la Playa de la Infanta estuvo a punto de acabar en tragedia. Un grupo de asaltantes, hasta ahora desconocidos, intentó abordar la embarcación desde una barca de goma y armados con fusiles de asalto. Según fuentes presenciales, los atacantes parecían "piratas" del océano Índico, aunque la veracidad de esta información es bastante dudosa. Sí pudiera ser un grupo que intentara emular los asaltos navales y no conociendo muy bien la ciudad, creyera que el yate de lujo era una presa fácil. Muchos de los asistentes también creyeron que estaban perdidos y, según su confesión, empezaron a esconder sus joyas en huecos del barco. Sin embargo, cuando los asaltantes subían por la escalerilla del barco, los camareros de las fiesta sacaron una pequeñas armas de debajo de sus chaquetas y disparando, de nuevo según los testigos, como metralletas acabaron con todos los piratas, incluso con dos que no abandonaron su propia barca. El yate, a nombre de un conocido hotel de la playa, continuó navegando y los atacantes desaparecieron en el mar.
Investigando los hechos desde la redacción de La Verdad y accediendo a algunas imágenes captadas con los teléfonos móviles, todo parece indicar que los matones de Don Víctor han cambiado sus pesadas pistolas y revólveres por pequeñas armas mortíferas en distancias cortas. Es posible que los camareros del yate llevaran unas Beretta 93R, un arma algo antigua, pero aún en servicio en algunas unidades especiales de Italia de dónde, se supone, las han conseguido los guardaespaldas del yate.
Beretta 93R
La Beretta 93R es un arma evolucionada del famoso modelo 92 de la misma marca. La "R" detrás de 93 significa Raffica o ráfaga en italiano. Aunque tiene una velocidad de disparo alta (1100 disparos por minuto), los diseñadores pensaron que dado que el cargador es limitado (15 o 20) y el 9mm parabellum (Daño: tipo II+1) es un cartucho potente, era mejor añadir mecanismo que limitara los disparos a 3 por ráfaga (cadencia 2). Tiene un freno de boca (para equilibrar las ráfagas) y, naturalmente, el arma incluye un selector de disparo que permite disparar tiro a tiro.
La pistola es algo pesada (más de 1 kilo), pero incluye una empuñadura vertical plegable por delante del guardamonte para la mano izquierda que facilita la precisión de los disparos y, además, se le puede añadir una culata de acero también plegable que permite apoyar el arma en el hombro al disparar, aunque no es raro ver que los usuarios prescinden de este añadido. El arma puede utilizar los cargadores de 15 proyectiles utilizados por la Berretta 92 u otro cargador extendido de 20 proyectiles que también pueden usarse en el arma semiautomática. Este último es fácilmente identificable porque sobresale unos centímetros por debajo de la empuñadura del arma.
El arma ya no se fabrica y estuvo en servicio en Italia (y donde aún está en algunas unidades de Carabinieri) y en Honduras. También fue usada por la NSA estadounidense y fue bastante popular en algunos países de Oriente Medio que equiparon con ella a los guardaespaldas de príncipes, jeques y demás realeza. De hecho, hace unos años, durante las vacaciones de uno de estos personajes en una villa de lujo de Mochachica (Cunia), uno de los hijos, muy contento con el arma, se dedicó a probarla en el jardín de la casa, causando cierto revuelo en la comunidad de elitistas vecinos.
Su principal defecto es que el mecanismo de disparo es bastante complicado y se necesita de personal cualificado para hacer el mantenimiento del arma en condiciones. Y este no es un conocimiento habitual entre los usuarios de armas de Cunia.
La longitud del arma es de 240 mm y, como hemos dicho, tiene un peso de 1170 gramos. Su alcance efectivo es de 50 metros, pero hay que ser muy bueno para alcanzar más allá de 20 metros sin la culata.