Llego hasta aquí
Portero de discoteca
Ellos se ven a sí mismo como la última defensa, aquellos que marcan la línea entre una riña y un altercado, la avanzadilla antes de las denuncias y las detenciones. La verdad es que no es así como les ven el resto de los ciudadanos: soberbios, agresivos, injustos, caprichosos, etc. son sólo algunas de las descalificaciones que les dedican. No es el suyo un trabajo agradable, pero es un trabajo necesario, para el que no todo el mundo está preparado. Ellos controlan que los asistentes a un local de moda o a una fiesta sean los que el promotor quiere que sean. No es una cuestión de amistades o simpatías, sino de perfiles socioeconómicos. El portero no sabe de estas cosas, pero su jefe sí y él es quién le da las instrucciones: "que no pasen viejas", "que no pasen jovenzuelos", "que no pasen macarras". A veces las instrucciones no son nada sencillas, pero el portero debe interpretarlas para asegurarse que en el interior todo se desarrolla como debe ser. La misión del portero también incluye la seguridad dentro del local. De hecho, aunque sólo los veamos en la puerta, suele haber otros en el interior, observando a la gente y sacando discretamente a los que pudieran haberse colado del filtro de la entrada.
Los porteros son muy agresivos en su forma de vestir: ropa ajustada, con manga corta o sin mangas, brazos tatuados y inseparables gafas de sol de cristales oscuros o de espejo. Nadie debe saber donde están mirando. Además, los porteros de Cunia suelen hacer gala de una buena musculatura, que les gusta enseñar. Dedican bastante tiempo al gimnasio y según se rumorea, no toda su masa muscular es gracias al ejercicio. Por otro lado, a pesar de vivir la "noche" de Cunia, son bastante sobrios y naturistas; rara vez los encontrarás bebiendo una copa o fumando. A diferencia de otras ciudades, donde puedes encontrarte cosas muy variopintas, los porteros de Cunia están bien preparados. La pelea es su mejor habilidad y muchos de ellos proceden del ambiente del boxeo o de las disciplinas de artes marciales. Maunaloa, uno de los porteros del gran casino, era un luchador maorí hasta que vino a Cunia tras una exitosa carrera deportiva. Entre los profesionales, existe un dicho que cumplen a rajatabla: "asegúrate de dar el último golpe y mejor si es el primero".
Los porteros de discotecas de Cunia están relacionados con los diferentes grupos criminales de la ciudad. No son sus matones y, salvo necesidad, no suelen cometer actos ilegales. Al contrario, la ley exige que se mantengan limpios y los responsables de los locales saben que deben mantenerlos apartados del resto de sus negocios si quieren aprovecharlos bien. Eso no quita para que algún portero haya acabado ingresando en las filas de una organización, pero al revés, un matón trabajando como portero, nunca ha ocurrido.
Porteros de discoteca en Rol Negro
Una sugerencia de creación para los porteros de discoteca:
Infancia + Enseñanza básica + Aprendiz + Oficio (2) + Experiencia laboral (2)El segundo paso de oficio incluye el cursillo que la ley obliga para este puesto de trabajo. El personaje deberá asegurarse acabar con buenos valores de habilidad en Pelea (y Armas blancas y Armas contundentes si es especialmente duro).