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TCP sin límite
"Tripulantes de cabina de pasajeros son límite" (TCPsL) es una organización sin ánimo de lucro de la compañía Aerolíneas Federales. Sólo pueden participar en ella los TCP, es decir, las personas de la compañía que viajan en los aviones atendiendo a los pasajeros (también conocidas como azafatas de vuelo). Aerolíneas Federales tiene unas normas de contratación bastante estrictas (y sexistas), por lo que todos los miembros de la TCPsL son mujeres y con un perfil muy característico (altas, delgadas, etc.) En los años ochenta, a ese perfil de mujer se la denominaba coloquialmente en Cunia como "azafata de la Federal" y era una especie de piropo: "¡Pareces una azafata de la Federal!". La presión de los sindicatos (a los que por otro lado no se les hace mucho caso) ha hecho que la compañía deje de utilizar la imagen de estas mujeres como bandera de la aerolínea y, por tanto, la expresión ha dejado de usarse. Sin embargo, el criterio de selección sigue siendo el mismo.
Aerolíneas Federales vendió TCPsL como algo nacido por su voluntad (la compañía no tenía en aquellos momentos muy buena imagen debido algunos escándalos de corrupción política), pero la verdad es que TCPsL llevaba ya varios años operando sin autorización (y posiblemente sin conocimiento) de la compañía. Lo que hace la TCPsL es utilizar su facilidad de viajar para servir de correos a personas necesitadas. Es decir, si tu quieres enviar algo a un familiar en otro país, recuerdos, regalos, nunca dinero, la TCPsL se encargaba de llevarlo en el avión y entregarlo en el aeropuerto a la persona que tú le indicaras. para evitar problemas con aduanas y demás, el paquete siempre se entregaba abierto, aunque la TCPsL se encargaba de envolverlo si se trataba de un regalo para un niño.
Cuando las actividades de la organización se hicieron públicas, sus miembros se organizaron formalmente, fundaron una ONG y ampliaron sus actividades. Ahora también utilizaban los viajes para llevar ayudas a grupos o colectivos en los países de destino de Aerolíneas Federales (que, recordemos, viaja a gran parte de Europa, el norte de África y Sudamérica). Una de sus campañas más conocidas fue el envío de medicinas a grupos del Pueblo Polisario. Casi todas las azafatas que aterrizaban en Argel o en Nuakchot llevaban un paquete de medicinas (su equipaje de mano) lleno de todas las medicinas recogidas en sus oficinas del aeropuerto de Cunia.
El reconocimiento nacional a su pequeña labor (en volumen de tráfico) vino cuando su nombre se barajó para el premio Príncipe de Asturias. una noticia que, al final, resultó ser falsa, pero que hizo que las azafatas de la Federal fueran reconocidas por algo más que su físico. La TCPsL ha ido creciendo desde entonces e, incluso, muchas azafatas de otras aerolíneas colaboran con el envío de ayuda. Gracias a esta colaboración internacional, Ingrid Matalluese, una aborigen australiana que trabaja en Nueva York pudo enviar un regalo a su aldea en el desierto australiano.
Lo que la verdad esconde
Las "TCP sin límite" nunca fue una organización con un espíritu altruista. De hecho, nació entre las Chicas de Catty cuyo perfil físico es muy similar al de la aerolínea. Algunas chicas de la compañía se ofrecían como un servicio de compañía para los clientes de primera clase. No es lo que estás pensando, se trataba de un servicio de compañía de verdad. Las TCPsL estaban preparadas para acompañar a cualquier acto social: reuniones, cócteles, fiesta de alta sociedad, etc. También actuaban como guías en visitas turísticas, en especial nocturnas. El sexo con las chicas estaba especialmente prohibido y Catty se encargaba de dejárselo muy claro a los clientes que las contrataban. Sin embargo, no se puede decir que nunca ocurriera.
La popularidad de la ONG hizo que el servicio original de la TCPsL desapareciera durante un tiempo, pero en los últimos años, ya olvidado el revuelo original, las TCPsL vuelven a prestar sus servicios. Unos precios aproximados, aunque cada cliente (y cada chica) puede negociar los suyos:
Compañía en un acto social: 500 euros.
Guía turística por la ciudad (toda la noche): 1000 euros.
Aerolíneas Federales es ajena a esta actividad extra de sus TCP y gran parte de la ONG también. De hecho, "TCPsL" nació como una improvisada tapadera ante la pregunta de un comandante a una de sus tripulantes: "ayer te vi con un pasajero en..." "¿Sí? Veras... te explico... es que somos una ONG que..." Esa mentira se convirtió en una realidad, pero sigue siendo una mentira.