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martes, 3 de diciembre de 2024


 

Hermanos Thers

Los tres hermanos Thers tienen su origen en Australia de donde tuvieron que huir tras algunos turbios con políticos locales sin que hasta la fecha se haya podido demostrar nada. Aquellas imágenes de los tres corriendo por la calle y disparando indiscriminadamente con sus automáticas se perdieron misteriosamente en el delicado sistema judicial austral. Tras un periplo por Europa, en concreto Nápoles y Marsella, los hermanos acabaron en la ciudad de Cunia. La ciudad, con su moralidad ambivalente, atrajo su atención desde un primer momento.

Se han especializado en realizar trabajos imposibles, esos típicos trabajos que nadie cree que se puedan hacer, pero que, de repente, alguien hace. ¿Recuerdan aquel caso de un hombre atrapado en una tubería que ni la Agencia Holmes pudo resolver? Es bastante probable que fuera obra suya. Así que ya saben, si quieren llevar a cabo algo sucio en Cunia, están de suerte para dar con ellos y tienen suficiente dinero, quizás puedan contratarles.

Los hermanos

Stephan Thers

El hermano mayor y el más sádico de los tres. Su enorme envergadura (1,90 de altura) con espalda de levantador de pesas atemoriza a cualquiera. Especialista en artes marciales y en armas es el punto fuerte del grupo. Le cansa la estrategia y la táctica y prefiere enfrentar los problemas de frente, sin sutilezas. Afortunadamente (para él y para los demás), sus hermanos saben contener sus malos modales.

Le gustan las peleas clandestinas y es habitual de los garitos donde se celebran. Antes participaba en ellas, pero los organizadores le han pedido a sus hermanos que no lo vuelvan a llevar. En la última que participó mató a su rival y hirió a tres espectadores (algo malo para el negocio).

Su fuerza es también su debilidad porque nunca creerá que hay un reto que no pueda superar. Basta con retarle a hacer algo, para que lo intente. Desgraciadamente, suele lograrlo.

Margaret "caimán" Thers

Sin duda, Margaret es el cerebro del grupo, la persona que lleva las cuentas, cierra los negocios y mantiene a su hermano mayor en el buen camino. El apodo de caimán se debe a un tatuaje que le asoma por el hombro izquierdo, aunque hay quién asegura que se lo hizo después de ganarse el apodo en un asunto al que le hincó los dientes y se negó a soltarlo a pesar de que lanzaron contra ellos a la mitad de la policía de Sidney.

Margaret tiene una belleza extraña. No es especialmente atractiva, pero sus facciones, finos labios y ojos claros junto a su pelo negro (teñido), hacen que llame la atención. Se mantiene en forma a base de mucho ejercicio y eso es porque es Margaret la que, normalmente, ejecuta la parte más "funambulista" de sus golpes. Se cree que en el famoso atraco en las torres de Kuala Lumpur, ella es la que algunos testigos aseguran haber visto cruzar de una torre a otra. No se sabe si esto es cierto, pero sí es verdad que para algunos atracos ha desarrollado algunas "acrobacias" dignas del mejor circo.

Le gusta mucho la escalada y se la ha visto en ocasiones acompañando a deportista de esta especialidad.

Anthony Thers

El más joven de los tres hermanos y, probablemente, el que más se acerca al arquetipo de australiano: pelirrojo, melena hasta los hombros y piel tostada por el sol. Anthony es el maestro de la electrónica del grupo. No hay aparato que no conozca o que no haya desmontado alguna vez y la informática no guarda ningún secreto para él. Se cree que el famoso Atila-73, el hacker que accedió a la web del Ministerio del Interior el día de las elecciones y cambió durante horas el resultado de las elecciones en Cunia, fue él.

Anthony es aficionado al surf (aunque en Cunia no puede practicarlo mucho y hace escapadas a Tarifa), a los deportes acuáticos (esquí, motos, etc.) y al monopatín donde es una habitual de la pista que hay en la zona de la universidad.

Motivaciones

Los hermanos no necesitan dinero. Si roban, asesinan y realizan esas cosas es por la emoción de hacerlas, porque son adictos a la adrenalina. Si aceptan un trabajo es porque este implica un riesgo, un reto que tienen que superar. Nunca aceptarán algo sencillo ni trivial, cuanto más difícil y más arriesgado sea, mayor será la posibilidad de que lo acepten. Esto no quiere decir que lo vayan a hacer gratis o que sean baratos. Los hermanos Thers tienen un elevado nivel de vida y sus golpes les permiten mantenerlos. Además, cada vez más, han aprendido sutileza y no se exponen a ser detenidos así como así.

Podríamos decir que los hermanos son una especie de freelance del crimen de Cunia, pero han sabido integrarse perfectamente en la, por otra parte, delicada estructura de la ciudad. Nunca aceptarán un encargo que pudiera suponer enfrentarse a uno de los jefes mafiosos de Cunia. Es más, si alguien intentara engañarles en ese sentido, se llevarían una buena sorpresa. Prefieren realizar trabajos fuera de la ciudad porque eso les permite mantener su ubicación ajena a sus actos, pero no es una norma estricta y han trabajado en Cunia cuando ha sido necesario. Si en ocasiones escasea el trabajo (y la entrada de capital), organizarán algún atraco a un banco o a un furgón blindado para reponer su liquidez.

Intentan que sus golpes tengan el menor número posible de bajas, pero no lo hacen por alguna extraña moral, saben que así tendrán menos problemas con las autoridades en caso de algún incidente no previsto. Por otro lado, nunca han dudado de matar o amenazar de muerte a quien les ha hecho falta.

Cómo jugarlos

Es fácil encontrar a alguno de los miembros Thers en alguno de sus ambientes habituales: luchas clandestinas, escalada o con los skaters, pero estarán perfectamente integrados en el grupo y no destacarán. De hecho, nadie de esos entornos relaciona a los Thers con los hermanos que cometen esos fantásticos crímenes. Los Thers se comportarán con normalidad, incluso colaborarán con algún detective o policía si eso les parece divertido. Sin embargo, si acaban de cometer algún delito, se mostrarán completamente anodidos, intentando no llamar la atención sin que se note que lo están intentando. Quizás Stephan sea el que menos sabe hacer estas cosas, pero los hermanos tienen cuidado y le vigilan en esas ocasiones acompañándole a sus bárbaros divertimentos.

Si los personajes intentan contratar a los hermanos, Margaret hablará con ellos y siempre se presentará como una representante, no como una del equipo. Nunca aceptará ni rechazará el trabajo, sino que siempre dirá que lo consultará con sus clientes y que se pondrá en contacto con los PJ. Aprovechará para investigar a los contratantes y el trabajo. Se molestará mucho si han intentado engañarla (y tomará justa venganza), pero si el trabajo no le interesa, les dirá a los PJ que no están interesados (no habrá lugar a ninguna negociación). Por cierto, su precio es alto, muy alto. Contratarles para robar un banco no es rentable.

Si los PJ están intentando implicarles en un crimen, jugarán un rato con ellos. Les darán medias verdades y muchas mentiras para volverles locos por la ciudad buscando pistas falsas. Da igual si son o no responsables del crimen, ellos se divertirán igual (sobre todo Anthony que disfruta preparando estas cosas).

 

 

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Cita

«Ayala miente.»

Ed Thiers