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Transporter I y II
Las películas de The Transporter son sin duda un producto de entretenimiento y pueden llegar a ser una gran fuente de ideas para un DJ de Rol Negro. Aunque no son lo que típicamente se entenderían como historias de cine negro, si que se pueden enclavar en lo que se está denominando como cine negro moderno, aunque con unas fuertes dosis de acción, a veces incluso demasiado exagerada.
Como para lo que nos interesa es para aplicar algunas de sus ideas y características hablaremos desde diferentes perspectivas de temas que pueden ser interesantes y pueden ayudarnos a ambientar nuestras propias partidas:
Lo primero es la ambientación, con un claro componente a resaltar: es europea pero sin olvidar componentes asiáticos y americanos. El escenario es muy importante y fundamental, un entorno casi paradisíaco que a veces se torna tremendamente hostil. Los fondos son muy llamativos sin llegar a eclipsar la acción, ayudan a situarse y se hacen muy característicos y fáciles de recordar (la casa en el viejo faro, el cerro, el muelle, las carreteras con acantilados, el aparcamiento...)
El trabajo del protagonista y el mundo en el que está sumergido marcan un entorno de novela negra con gángsteres, asesinos, policías y pobres víctimas indefensas. Eso permite que se pueda estar a cualquiera de los dos lados de la ley y no por eso se deje de hacer lo correcto o de cometer crímenes y da lugar a una buena excusa para sacar cualquier arma en cualquier situación (aunque el arma pueda ser un vehículo).
Los personajes, sin dejar de ser arquetípicos son interesantes y llenos de contradicciones y escalas de grises. Todos tienen una serie de rasgos característicos que los hacen únicos, desde el especial código de honor del protagonista a la afición por la cocina del comisario.
La acción no se reduce a golpes y tiros, si no que tiene una fuerte dosis de persecuciones que muchos DJ a veces olvidan como una tremenda fuente de acción. Ya sea por tierra, mar o aire o dentro, sobre o colgando de los vehículos las persecuciones son casi el alma de la película. No solo dependen de los participantes, si no del entorno ya sea mediante los obstáculos o mediante las nuevas vías para hacer maniobras y extrañas peripecias.
La trama es a su vez muy interesante. Las dos aventuras tienen un nexo común además de un cierto paralelismo (muy claro al principio), las dos son algo no buscado por el protagonista y fruto de sus código de honor (sus reglas). Mientras en la primera película toda la trama se desata por romper una de sus rígidas y fundamentales reglas que son la base de su trabajo, en la segunda la trama es causa por el intento del protagonista de cumplir una promesa.
Aunque el protagonista es demasiado exagerado y autosuficiente como requiere un guión de cine a fin de minimizar el número de personajes y ayudar al espectador a identificarse con el personaje principal, en una partida su papel sería fácilmente sustituible por varios personajes que destacaran en cada una de las capacidades que él domina: conducción, artes marciales, armas, mecánica, interrogación...
El exceso de "suspensión de la realidad" puede no ser del agrado de algunos DJ (me consta que tampoco lo es de algunos espectadores) pero puede permitir dar cierto tono a la aventura. Aunque es normal que algunos grupos de juego prefieran un tono más realista, es probable que muchos se diviertan llevando las acciones al extremo y teniendo posibilidades de llevarlas con éxito. En este último caso el DJ debería recompensar la espectacularidad reduciendo la dificultad de acciones que en otra situación serían totalmente imposibles...
En definitiva aunque no se quiera aprovechar todo las dos películas merecen ser vistas por cualquier DJ de Rol Negro, ya que podrá extraer ideas, escenas o personajes que pueda adaptar a sus partidas sin mucho problema y pueda ayudarle a darle un nuevo enfoque o un aire diferente a sus campañas.